Poder

Sunak, el «jedi» de Downing Street y su gran boda india

Ingeniero, millonario, emparentado con el Bill Gates de la India y amante de «Star Wars», tal vez de lo último es de lo que más necesite para gobernar

Rishi Sunak y Akshata Murthy en una imagen de archivo
Rishi Sunak y Akshata Murthy en una imagen de archivoInstagram

Ghandi soñó con una India independiente, que se levantara de las cenizas del colonialismo y que mirara a su antigua metrópoli de igual a igual. Ochenta años después es un hijo de ese sueño soberano, Rishi Sunak, quien dirige los destinos de la Gran Bretaña, orgulloso representante de sus raíces culturales, de la religión hindú en tierras cristianas, próspero hombre de negocios antes que político y devoto marido de una mujer que aporta a las cuentas de la familia una fortuna que «The Sunday Times» estima en unos 850 millones de euros. Quién lo iba a decir…, descendientes de familias indias duplicando la fortuna del rey Carlos III de Inglaterra.

El mismo lunes 24, en su primer día en el 10 de Downing Street como nuevo inquilino, Sunak celebró con su esposa, Akshata, y sus dos hijas, Krisna y Anoushka, el Diwala, la entrada del nuevo año hindú, una fiesta que representa la prosperidad futura, aunque poca prosperidad más puede ambicionar quien lo tiene casi todo con tan solo 42 años, incluido el récord de ser el primer ministro británico más joven de la historia.

Magnates «techie»

Su trayectoria demuestra talento en lo académico y en elegir a las personas con las que compartir la vida. Los ingresos de sus padres inmigrantes –médico, él y farmacéutica, la madre– y una beca Fulbright le permitieron cursar estudios en prestigiosas y elitistas instituciones norteamericanas. Fue en una de ellas, la Universidad de Standford, donde conoció a Akshata Murty, nacida en India el mismo año que Rishi lo hacía en la ciudad inglesa de Southampton.

Ella prefiere suprimir de su apellido la «h» de Murphy, y no es que reniegue de su padre, Narayana Murphy, el llamado Bill Gates de la India, pero desde siempre ha intentado construir un perfil propio más allá de la sombra paterna y de su gigantesca fortuna. Ese propósito la ha llevado a convertirse en diseñadora de moda y a construir un pequeño imperio empresarial que abarca desde firmas de capital riesgo hasta la industria textil.

Rishi Sunak y su esposa, Akshata Murthy
Rishi Sunak y su esposa, Akshata MurthyInstagram

El magnate tecnológico Narayana y su esposa, Sudha, también ingeniera informática y directiva de Infosys, la macrocompañía familiar, recibieron al pretendiente de su hija con los brazos abiertos. A los cuatro años se casaron en una de las bodas más sonadas y ostentosas que se recuerdan en India. «Es un hecho conocido que, cuando una hija se casa, su padre tiene sentimientos enfrentados –escribía el progenitor en una carta a la novia–. Odia el hecho de que entre un tercero en la vida de la hija con la que comparte tanto afecto: un hombre más joven, más elegante, más seguro de sí mismo, que acapara una atención que antes me era exclusiva. Yo también me puse un poco celoso y triste cuando nos dijiste que habías encontrado a tu compañero de vida. Pero cuando conocí a Rishi, y confirmé todas tus alabanzas, brillante, guapo y, sobre todo, honesto, entendí por qué te habían robado el corazón», zanjó el progenitor.

Coca-Cola y «Star Wars»

Esos mismos atributos han llevado a Sunak a formar un Gobierno precario con el desafío de afrontar una grave crisis económica y política en el Reino Unido que tal vez le obligue a mudarse de la residencia que ahora estrena antes de lo que él desearía. En ese caso, tendrá donde elegir para fijar su siguiente domicilio: una mansión de cinco dormitorios en el barrio de Kensington, exclusivo para patrimonios exquisitos, tasada en unos ocho millones de euros; otra mansión en el norte de Inglaterra, esta más modesta, de unos dos millones de euros; un apartamento en Londres de uso auxiliar, aunque, eso sí, en Old Brompton Road, otro de esas zonas de estricta elegancia british, y si la situación aconseja dejar el país por un tiempo, la familia dispone de un ático en Santa Mónica, en la costa californiana, de unos seis millones de euros.

Pero estas cifras mareantes no deben confundir sobre el carácter del primer ministro. Dicen quienes le conocen que es una persona sencilla, familiar, poco dado a los excesos personales, salvo cuando se trata de sus dos pasiones: la Coca-Cola, sabor tradicional –su figura atlética se lo puede permitir–, y todo lo relacionado con el universo «Star Wars». Sunak siempre se ha declarado un fan acérrimo de las películas de «Star Wars». Colecciona todo tipo de artículos de culto de la saga galáctica como espadas láser. Suele acudir a los preestrenos de los films de la galáctica saga de ciencia ficción, les regala a sus hijos por Navidad muñecos de baby Yoda e incluso cuando era pequeño soñaba con llegar a ser un caballero jedi. Su película favorita de la saga es «El imperio contraataca» y fue a ver al cine «El ascenso de Skywalker», con Sajid Javid, al que sucedió después como ministro de finanzas. Tiene una gran colección de todos los personajes. Más que nunca, ante la ingente tarea que tiene por delante, necesitará que la fuerza le acompañe.