Opinión

El diario de Amilibia: "¡Ayuso, no rompas tuberías, porfa!"

"Cuentan algunas lenguas viperinas que vieron a Díaz Ayuso golpear con sus manos de hierro, empleando todas sus fuerzas de karateka cinturón negro, la tubería del Canal de Isabel II"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz AyusoDaniel GonzálezAgencia EFE

El hospital La Paz (Madrid) se inundó por la rotura de una tubería del Metro y al instante los charcos de la primera planta aparecieron en las redes sociales jaleados por la feligresía del rojerío para señalar a Díaz Ayuso como la directa responsable, la causante perversa de todos los males de los hospitales, que además rima y vale para pancarta. «Abandona la sanidad pública para dedicarse a hablar de Cataluña», «Miren como tiene La Paz y se va a Barcelona arreglar Cataluña», escribían. El día 8 se manifestará allí con los constitucionalistas contra la amnistía y el plurilingüismo en el Congreso, cosa que no ven bien los trolls del sanchismo que se trabajan las redes.

Cuentan algunas lenguas viperinas que vieron a Díaz Ayuso golpear con sus manos de hierro, empleando todas sus fuerzas de karateka cinturón negro, la tubería del Canal de Isabel II. Otros trolls comentan que además utilizó el pesado martillo de Thor, con permiso del marido de Elsa Pataky, para que la avería fuera considerable. Creen sus odiadores oficiales que ella se divierte así, como los niños saltando en los charcos de agua, porque ella, tan arrojada, es muy dada a meterse en todos los charcos. No dicen en todos los jardines porque ahí la exclusiva es de Francina Armengol, que tiene marido jardinero.

Ayuso no está de acuerdo con el plurilingüismo en el Congreso, pero si sus contumaces enemigos se empeñan en la cantinela de su mala gestión de los hospitales, es capaz de responderles en cheli en la Asamblea, lo veo venir. Cheli: jerga castiza y marginal promovida en los tiempos de la Movida por Ramoncín y Umbral, o sea, cuando los troncos, la basca y la mandanga. ¿Vale de paripé, carrozas?, dirá.