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Opinión

El diario de Amilibia: «Las sobrinas de oro», qué cuarteto

Si prospera la moda impuesta por Jesica y la señora de Koldo, aparecerán en la Cámara Alta con burka, para que nadie pueda decirles «tu cara me suena»

José Luis Ábalos EUROPAPRESS

El número de sobrinas de Ábalos crece sin parar: este bufón ya ha perdido la cuenta de cuántas van. Parece que hasta el momento la lista queda más o menos así: Jesica, la del piso en la Plaza de España; Claudia Montes, la miss Asturias en 2017; Andrea de la Torre, colocada en Logirail (filial de Renfe), y Nicole Neasccu, enchufada en Emfesa. Leo: «Tragsa es un nicho para contratar amiguetes. Los trabajadores de la empresa denuncian que el 80% de la plantilla está puesta a dedo. Alertan de que ha aumentado más del doble el número de empleados desde que Gobierna Sánchez». La noticia resulta prometedora cara a la aparición de nuevas sobrinas o señoritas de compañía de Koldo, Aldama y Ábalos, ese trío de la bencina que enchufaba sin parar para vivir su historia interminable de folleteo y trinque digna de ser contada por Quevedo en prosa y verso.

Las cuatro han sido llamadas por el PP a declarar en el Senado. Si prospera la moda impuesta por Jesica y la señora de Koldo, aparecerán en la Cámara Alta con burka, para que nadie pueda decirles «tu cara me suena». Un burka por amor. Si todavía hubiera industria discográfica, algún avispado ejecutivo propondría formar con ellas un banda al estilo de «Amistades peligrosas» cantando «Me haces tanto bien». Nombre: «Las sobrinas de oro», recordando a las trillizas de Julio Iglesias. Ione Belarra e Irene Montero se declararían fans del cuarteto por su voluntad de empoderamiento en un sector difícil y competitivo, alegando que en realidad lo suyo nunca fue un consentimiento pleno, sino concesiones erótico/festivas para al final denunciar públicamente la existencia de un heteropatriarcado machista y facha enquistado en las entrañas del poder, como se ha visto. O sea, que más que amantes o putas, estrategas.