Ucrania celebra Eurovisión en 2017, en guerra cinco años después

La edición de Eurovisión de 2017 no dio demasiadas sorpresas. Desde los días previos el representante de Portugal, Salvador Sobral, se presentaba como principal favorito. El luso, de 27 años, finalmente, y sin poder ensayar por sufrir una dolencia cardiaca, cantó a la perfección su tema “Amar Pelos Dois” y no decepcionó, alzándose con el triunfo.

No corrió la misma suerte España que quedó en última posición y cuyo representante Manel Navarro solo se salvó del cero gracias a la votación popular. Un “gallo” en el último momento hizo que el español desluciera por completo su actuación. No fue el único, también IMRI, el representante israelí, desafinó.

Una edición que se celebró en Kiev, ciudad que cinco años después vuelve a cobrar protagonismo por una razón totalmente opuesta. La situación de la capital ucraniana dista mucho de ser parecida a la que hace un lustro se engalanaba para celebrar el Festival de Eurovisión. Este año, Ucrania no ha renunciado a pesar de la guerra a estar representada en el festival por Kalush Orchestra, uno de los grandes favoritos a la victoria, y que ya ha superado el primer corte con la canción “Stefania”,dedicada a la madre del cantante.

Se espera que la invasión por parte de Rusia (país descalificado este año por la Unión Europea de Radiodifusión) se traduzca en un apoyo masivo por parte del televoto (que supone el 50% del voto final en el festival). Además, su propuesta que mezcla folclore y tradición con electrónica y rap ya les había situado en buena posición antes de que estallara la guerra.