El Hormiguero
Tamara Falcó, a carcajada limpia al hablar de castidad y masturbación
La marquesa de Griñón ha tenido que opinar sobre los trucos de una monja para no saltarse el celibato. No podía parar de reír al defender la postura de la religiosa
El sexo, o más bien la falta de él, ha sido el tema que más juego ha dado en la mesa de tertulia de ‘El Hormiguero’. Después de la correspondiente entrevista, que este jueves 30 de mayo ha tenido a Hiba Abouk y Andrés Velencoso como estrellas, se ha dado paso al debate de la actualidad. Pablo Motos llamaba a la mesa a sus colaboradores. Cristina Pardo ha presentado la problemática que enfrenta Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, en los juzgados, además de tratar el tema de la aprobación de la ley de amnistía. Nuria Roca y Juan del Val han dado su opinión al respecto, condenando también las malas formas de los políticos a la hora de ejercer sus funciones públicas. Tamara Falcó guardaba silencio. No quiso opinar sobre la primera dama española, porque a ella le reservaban un plato fuerte: la castidad. El programa se ha revolucionado con el tema y las carcajadas han sido protagonistas.
“Una monja de clausura ha contado en Tik Tok sus trucos para frenar su deseo sexual. Dice que lo que hay que hacer es ponerte a hacer otra cosa y dialogar con el deseo”, lee Pablo Motos para introducir el tema. No sin antes dejar clara su postura: “Tú ponte a dialogar con un instinto, tú si estás caliente, ponte a hacer macramé, a ver si se te pasa”, se ríe. “Tamara tiene cosas que decir”, dice una de las hormigas, a los que el presentador llama a su colaboradora a pronunciarse: “Tú que estás más al corriente de la religión”, invita. Quizá lo que no esperaba era la respuesta que escucharía, pues no parece estar en la misma sintonía.
“Estoy de acuerdo con ella. Lo que nos diferencia de los animales es poder controlar nuestros instintos”, asegura la marquesa de Griñón, sin poder contener la risa floja por tratar un tema que le da especial pudor. Aun así, trata de entrar en materia: “Sí que es verdad que, si te apetece mucho hacer algo, llamémoslo X, a lo mejor sí que puedes pensar en otra cosa o dar un paseo”, apoya el consejo de la monja para no caer en la tentación del placer inmediato. Nuria Roca apuntilla que “ese truco es muy similar al de una dieta”. Las risas estallan, el plató se vuelve incontrolable y Pablo Motos no es capaz de llamar al orden. Los colaboradores se lo están pasando ‘pipa’ y quieren dar su opinión.
No tanto Tamara Falcó, que se muestra especialmente tímida en esta conversación sobre el sexo y la masturbación. La hija de Isabel Preysler es incapaz de contener la risa nerviosa, que a veces estalla en carcajadas. El rostro se le sonrojó por el pudor que le da que se le escape algún detalle íntimo, pues ella se replanteó en su día convertirse en monja, aunque al final optó por probar suerte en el matrimonio, siendo Íñigo Onieva el afortunado. Mientras todos hablan unos sobre otros de un tema que parece interesarles especialmente, Tamara se tapa el rostro con las manos constantemente y no para en dar sorbos a su taza de ‘El Hormiguero’. Pero entonces llegó la sentencia de Juan del Val sobre esta cuestión, pues no quiere que se tome a risa la criminalización del deseo sexual: “Hay instintos que son malos y esos sí hay que reprimirlos, pero hay instintos que son buenos y autosatisfacerse es una cosa enormemente saludable”, añadiendo después que considera “el celibato una absurdez”. La marquesa siente y no añade nada más. Al fin y al cabo ya cayó en su día en la tentación.
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