¿Pueden los bancos mejorar la calidad de vida de las personas?

En un escenario global marcado por la incertidumbre económica y el continuo aumento del coste de la vida, mejorar la calidad de vida es una prioridad para millones de personas en todo el planeta. En este contexto, un rayo de esperanza se alza en el horizonte en forma de "Índice Global del Progreso", una iniciativa conjunta entre Banco Santander y FT Longitude, que tiene como objetivo desentrañar la percepción de la prosperidad y el progreso en diversos grupos demográficos a nivel mundial.

Los resultados son reveladores. Por un lado, un significativo 67% de los encuestados señala que los retos a nivel económico y el aumento constante de los precios que vivimos afecta a su bienestar. De hecho, el 60% admite haber cambiado sus hábitos de consumo y buscado alternativas más económicas. Pero, por otro lado, hay que destacar que el 63% de los encuestados confiesa tener buenas sensaciones de cara a mejorar su vida en un corto plazo (3 años).

La puntuación media global es de 66 sobre 100, y cuanto mayor es esta puntuación, mayor es el grado de progreso y prosperidad. Esta estadística, más allá de dejar patente el optimismo de la sociedad en medio de las situaciones adversas, plantea otra cuestión importante: ¿pueden los bancos jugar un papel fundamental para conseguir esa mejora de la calidad de vida que ansía la población?

El estudio destaca el papel fundamental que los servicios financieros desempeñan en la vida de las personas como una herramienta capaz de mejorar su calidad de vida. Estos hallazgos permiten abrir un debate global sobre cómo los bancos y las instituciones financieras pueden contribuir al progreso de los ciudadanos en todo el mundo.

Midiendo la calidad de vida

El análisis recogido en el "Índice Global del Progreso" se articula en tres grandes ejes: calidad de vida, personas y comunidad, y educación y empleo.

Para garantizar un futuro mejor, cuidar la salud es esencial, y el 82% de las personas lo considera uno de los tres factores más importantes que influyen en el progreso. Un sistema de salud, accesible y de calidad, también es un factor crítico para el 90% de los encuestados. En la región Asia-Pacífico, el 83% de los encuestados afirma gozar de buena salud, en comparación con el 73% en América y solo el 66% en Europa, Oriente Medio y África (EMEA).

Además, existen otros aspectos clave en la percepción del bienestar: el medio ambiente, la seguridad en la comunidad local, el sentimiento de valoración en el trabajo y el nivel de ingresos.

El papel de los bancos

Las entidades bancarias pueden contribuir de manera determinante a la hora de mejorar la calidad de vida de las personas, ya que tienen en sus manos la capacidad de aumentar el acceso a servicios financieros y a prestar ayuda a sus clientes para mejorar sus finanzas y planificar su futuro. Banco Santander que, además de la provisión de servicios financieros, va un paso más allá a través de diferentes proyectos. “Las instituciones financieras desempeñan un papel muy importante para mejorar los servicios financieros básicos, adaptándolos a las necesidades de particulares y pymes. Es fundamental educar sobre los conceptos financieros desde los primeros años en la escuela, así como fomentar la inclusión financiera, el emprendimiento y la empleabilidad”, señala Juan Cerruti, economista jefe de Banco Santander.

Entre sus iniciativas destacan los programas de educación financiera diseñados para dar a conocer conceptos complejos y ayudar a las personas a tomar decisiones financieras informadas. Es el caso de ‘Finanzas para mortales’, un exitoso proyecto de la Fundación UCEIF, Fundación de la Universidad de Cantabria para el Estudio y la Investigación del Sector Financiero, que desarrolla a través de Santander Financial Institute (SANFI)que cuenta con el apoyo de Banco Santander. Su objetivo es acercar el mundo de la economía y las finanzas básicas a jóvenes, emprendedores, entornos rurales y colectivos vulnerables, como las personas mayores o con discapacidad. Y es que asegurarse de que todos, sin importar su nivel de ingresos o su ubicación geográfica, tengan acceso a servicios financieros es esencial.

El emprendimiento es otro aspecto crucial. Banco Santander apoya a más de cuatro millones de pymes en todo el mundo ofreciendo todo tipo de servicios para impulsar sus negocios, desde financiación y gestión de tesorería hasta asesoramiento e inversión. También se preocupa de quienes están comenzando a labrarse su futuro a través de Santander Universidades y su programa Santander X para pequeños emprendedores y empresas en todas las fases de su negocio. Al fomentar el espíritu empresarial, la entidad contribuye al crecimiento económico y a la creación de oportunidades para la comunidad en general.

Por último, Banco Santander colabora con programas de capacitación y desarrollo profesional que tienen como objetivo mejorar las habilidades y la empleabilidad de las personas, lo que no solo tiene beneficios a nivel individual, sino que fortalece la economía en general.