Holocausto

Mueren al desactivar una bomba de la II Guerra Mundial

Tres artificieros resultaron muertos al estallar una bomba aérea de la Segunda Guerra Mundial cuando trataban de desactivarla en la localidad alemana de Gotinga, en el centro del país.

Los tres artificieros fallecidos anoche en Gotinga (centro de Alemania) por la explosión de una bomba de la Segunda Guerra Mundial, llevaban entre 20 y 30 años en servicio y habían participado en la desactivación de entre 600 y 700 proyectiles.

Así lo explicó hoy en rueda de prensa el jefe de policía de Gotinga, Robert Kruse quien afirmó que ha sido un "día triste".

Las víctimas, tres hombres de 38, 52 y 55 años, fallecieron mientras realizaban las tareas previas a la desactivación de la bomba en una explosión que hirió de gravedad a otras dos personas, de 46 y 49 años, y provocó heridas leves a otras cuatro.

Por el momento se siguen investigando las causas de la detonación, que se produjo sobre las 21.30 horas (19.30 GMT) del martes en el centro de la histórica ciudad universitaria alemana.

Los artificieros se encontraban acordonando la zona y realizando las necesarias tareas previas para la desactivación, prevista para una hora después.

"La situación aún no está clara", señaló Kruse, quien explicó que se ha creado una comisión para investigar el incidente.

La bomba, de 500 kilogramos de peso y fabricación estadounidense, había sido descubierta horas antes durante unas obras de construcción y obligado a evacuar a más de 7.000 personas de los edificios cercanos.

Gran parte de los vecinos pudieron regresar durante la madrugada a sus casas pero las escuelas y comercios circundantes a la zona de la explosión permanecieron hoy cerrados, pese a que no se han encontrado otros proyectiles en el área.

El descubrimiento de bombas sin estallar de la Segunda Guerra Mundial en el subsuelo de las ciudades alemanas es un hecho habitual, especialmente en Berlín.

Los artificieros de la capital alemana recogen y desactivan anualmente entre 25 y 40 toneladas de bombas, granadas y otra munición de la Segunda Guerra Mundial que quedó enterrada en el subsuelo de la ciudad durante la contienda.

El Senado de Berlín sospecha que en el subsuelo de la capital alemana se encuentran enterradas aún unas 3.000 bombas aéreas de más de 250 kilogramos cada una.