Congreso de los Diputados

La comisión del Valle de los Caídos quiere sacar los restos de Franco

La comisión de expertos impulsada por el Gobierno para estudiar el futuro del Valle de los Caídos considera que los restos del general Francisco Franco, enterrados en este lugar, sean trasladados al sitio que designe la familia o, en su caso, al que se considere digno y más adecuado.

Así consta en el informe de la comisión de expertos creada para abordar el futuro del Valle de los Caídos copresidida por Virgilio Zapatero y Pedro José González-Trevijano, que han presentado junto al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, las conclusiones del estudio.

Esta comisión, integrada por doce personas, recomienda, sin embargo, que los restos de José Antonio Primo de Rivera no deben ocupar una lugar preeminente en la Basílica del conjunto monumental "dada la igual dignidad de los restos de todos los allí enterrados", 33.847 personas.

Sólo el capítulo del informe dedicado al traslado de los restos de Franco no ha contado con la unanimidad de los doce miembros de la Comisión, ya que tres de ellos -González Trevijano, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Feliciano Barrios- han incorporado un voto particular al considerar que deben permanecer en la Basílica.

González-Trevijano ha restado importancia a esa diferencia de criterio, pero ha argumentado que el traslado, 36 años después de la muerte del dictador, podría "servir más para separar, dividir y tensionar", algo que debe evitarse.

De todos modos, el informe deja claro que el traslado deberá contar con el máximo acuerdo parlamentario y, por supuesto, con la Iglesia, propietaria de la Basílica, un recinto que, por tanto, es "inviolable", tal y como ha explicado Zapatero.

No sería necesaria, sin embargo, la autorización de la familia, aunque sí sería conveniente consultarla, si bien al tratarse ya de restos cadavéricos se puede aplicar la misma normativa de los cementerios y proceder a su incineración una vez que ya ha pasado un tiempo considerable.

En cualquier caso, los miembros de la Comisión mantuvieron un encuentro con la hija del dictador, Carmen Franco, en una reunión "muy cordial y correcta"en la que ésta solicitó que los restos permanecieran donde están, como han explicado los copresidentes de la comisión.

Según esa conversación, Carmen Franco no tenía constancia de que su padre expresara alguna vez su deseo de ser enterrado en el Valle de los Caídos, algo que tampoco escuchó de boca de su madre.

La familia Franco tampoco pidió al Gobierno de ese momento que el féretro fuera trasladado a ese lugar, por lo que Carmen cree que fue una decisión del Ejecutivo que entonces presidía Carlos Arias Navarro.

Pero es la Iglesia la que debe dar su autorización, aunque se desconoce su opinión en este momento.

A pesar de que la comisión ofreció al abad de la Basílica participar en los trabajos, éste no quiso porque entendía que la situación de la orden benedictina que ocupa el monumento está consolidada y determinada por un convenio de 1958 que, según el informe, es ya anacrónico y que se podría denunciar.

Más tarde, se reunieron con el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, a quien le ofrecieron un contacto periódico con los representantes que él nombrara.

El arzobispo les dijo que les convocaría a una reunión con un obispo y un teólogo, pero a pesar de la insistencia de la comisión, no se produjo, ha señalado Zapatero.

Los trabajos de la comisión se han conocido ahora porque sus miembros pidieron explícitamente al Gobierno que el informe no fuera objeto de debate político en periodo electoral, ha explicado Jáuregui.

Anoche mismo concluyó el estudio y Jáuregui lo remitirá en las próximas horas a todos los grupos parlamentarios. Tendrá que ser el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy el que decida si ejecuta las recomendaciones de los expertos que, tal y como han asegurado, ha asumido la tarea como un servicio a España conscientes de que se trataba de un asunto polémico.

Pero la aceptaron por su deseo de aportar algo para "mejorar el clima de convivencia"en España, ha subrayado Zapatero.

Los miembros de la Comisión barajaron dos posibilidades: dejar el conjunto monumental tal y como está, con un grado de deterioro importante, o proponer actuaciones para dignificar la memoria de los 33.847 españoles muertos en la guerra civil y allí enterrados, a los que se les debe "respeto sea cual sea el bando en el que lucharon".

Optaron por esta segunda opción y han propuesto, entre otras actuaciones valoradas en total en unos 13 millones de euros, la ejecución de una "potente"intervención artística en la explanada delantera que recuerde a todos los fallecidos.

Se llamaría "Memoria del Valle"e incluiría la inscripción del nombre de todas las víctimas, salvo las de las familias que se opusieran a ello.

Dignificar el cementerio, habilitar un espacio para la meditación de carácter cívico y la construcción de un centro de interpretación en el que se informe detalladamente de su historia son otras recomendaciones.

La comisión aconseja mantener el nombre de Valle de los Caídos y la continuidad de la Basílica, en la que debe acometerse obras de saneamiento "inaplazables".

Respecto a la reclamaciones de los familiares de las víctimas, la comisión entiende que les asiste el derecho moral de pedir la devolución de los restos, pero cree prácticamente imposible que se pueda llevar a cabo su identificación dado el deterioro de las criptas y los columbarios.

Para instrumentar estas recomendaciones, la comisión propone convertir la actual Fundación del Valle en un Real Patronato para que la institución pueda depender del Gobierno.