Barcelona

España más que sol y playa

El producto nacional ha evolucionado notablemente en los últimos 10 años. A la tradicional oferta de sol y tumbonas se suman otros atractivos como el sector de los cruceros, el turismo rural y las rutas del vino ligadas a la gastronomía 

España, más que sol y playa
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Hoy en día el destino «España» es mucho más. Su diversificación y consolidación es evidente gracias a las nuevas tendencias que se han impuesto. Por supuesto que vienen muchos extranjeros atraídos por el clima, las playas o la diversión nocturna. Pero no faltan, cada vez más, quienes vienen de mano de las navieras; o atraídos por el «shopping», o las rutas del vino, o por la oferta gastronómica, o por los encantos de nuestro medio natural.
El sector de los cruceros ha adquirido una fuerza inimaginable en España. En estos momentos, el puerto de Barcelona ocupa el quinto puesto en el ranking mundial. Un 21 por ciento de todos los cruceristas europeos pisó alguna ciudad portuaria española, un dato que, en opinión del Ministerio de Fomento, supone «todo un récord para el sector» y pone de relieve que «España es una potencia mundial en turismo de cruceros».
Andrés Mira, director general de Cruises News Media Group, explica que «el mercado de los cruceros en España ha experimentado un crecimiento medio del 17 por ciento desde 1993 hasta 2010». En aquel año, el número de pasajeros que arribaron a nuestros puertos fue de 2.500.000, mientras que el pasado se cerró con 7.200.000 y se prevé que 2011 acabe con cerca de 8.000.000 de pasajeros, según Puertos del Estado. El número de barcos de crucero, apunta Mira, también ha crecido desde entonces, «aunque a un ritmo más bajo, ya que la tendencia de los armadores es construir buques cada vez más grandes y con mayor capacidad».
Por otro lado, un total de 650.000 españoles hicieron un crucero el año pasado, con un crecimiento del siete por ciento con respecto al año anterior. «Si comparamos –prosigue Mira– los 8.000.000 de turistas de cruceros que nos visitarán este año, frente a los 52 millones de turistas que visitan España, la situación es ya diferente. Es en la actualidad el único segmento turístico que no sólo no ha bajado sus números, sino que está en aumento». «El mercado nacional va a seguir experimentando crecimientos de dos dígitos, –continúa– y se espera que se llegue al millón de pasajeros en los próximos dos años».
Desde Pullmantur se mantiene la misma tesis: «El sector cruceros es un segmento vacacional que se encuentra en fuerte crecimiento, con un ritmo superior al 11 por ciento anual en número de cruceristas. Se trata de uno de los sectores más dinámicos y con los mayores índices de crecimiento de la industria turística; aunque en España todavía se encuentra en una fase inicial, lejos de países más maduros como Estados Unidos».

Volver al pueblo
Durante esta última década también se ha producido otro fenómeno: el desarrollo del turismo rural, que ha crecido paulatinamente desde 2001. El pasado verano, la ocupación de alojamientos rurales en nuestro país alcanzó el 73 por ciento.
Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), ha crecido más de un 200 por ciento en los últimos años. Atendiendo a los datos que posee Vacaciones-España.es, empresa especializada en la gestión de alquileres vacacionales, el número de alojamientos rurales que se han dado de alta en su portal se ha visto incrementado este año en cerca de un 63 por ciento respecto a 2010,
 

alcanzando las 1.612 viviendas rurales. Esta creciente oferta de turismo rural responde a un cambio en los hábitos de los turistas que, en los últimos años, han mostrado más interés por visitar entornos apacibles, tradiciones y paisajes singulares. Asimismo, estos alojamientos suponen una opción económica y permiten reservas para espacios cortos de tiempo como puentes o fines de semana. Olivier Creiche, director general de Voyage Privé en España, explica que tras las vacaciones estivales, «el turismo rural se convierte en la alternativa perfecta para viajes cortos en puentes o fines de semana».
En el ámbito del turismo enológico, España cuenta actualmente con 16 rutas certificadas por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) y la Secretaría General de Turismo y Comercio Interior entre las que destacan: Caminos del Vino de La Mancha Ribera del Duero o Somontano. El informe presentado por Acevin con los datos de 2010 «encumbran al enoturismo como un sector en alza». Las bodegas recibieron ese año un total de 1.441.314 visitantes. El presidente de Acevin, Diego Ortega, explica que el turismo enológico está sirviendo «para reactivar unas economías muy tocadas por la fuerte crisis que padecemos». Considera que su futuro es enorme: «Acabamos de superar la fase embrionaria y tenemos que poner las bases para que ese potencial se convierta en realidad. Hemos de ofrecer un producto de calidad, optimizar la promoción y apostar por atraer el turismo extranjero». El secretario general de Turismo y Comercio Interior, Joan Mesquida, se mostró recientemente convencido de que es «imprescindible un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado para dar a conocer un producto que nos ha hecho líderes mundiales». La apuesta de la Administración central por ella se concretó en 2010 en la subvención directa de 180.000 euros para la promoción internacional de los destinos gastronómicos y en 2011 en la firma de un nuevo convenio con «Saborea España», con 150.000 euros para la implantación de la «Marca Gastronómica de España».
Pero también hay quien viene a España por otros motivos. La oferta de «shopping» de la mayoría de las ciudades turísticas españolas es atractiva. Especialmente, en las grandes capitales, donde se conjuga un comercio autóctono con otro de grandes firmas internacionales, que las ha convertido en un referente mundial indiscutible.
Los museos españoles, sobre todo los principales de Madrid, como El Prado, el Thyssen-Bornesmyza o el Centro Nacional de Arte Reina Sofía, siempre han sido un foco de atracción de turistas. En estos años también se ha apostado por las grandes exposiciones temporales que ha dado lugar a un nuevo tipo de turismo cultural de gran calidad. También los ciclos de muestras, como los de «Las Edades del Hombre», se han convertido en un fenómeno.