Londres

Juicio a los tabloides británicos

David Cameron aseguró ayer en Downing Street que a partir de ahora las cosas en Reino Unido van a cambiar, pero pocos le creyeron. El escándalo del «News of The World» ha presentado al público una extraña maraña, tejida durante los últimos años por periodistas, políticos y agentes de Scotland Yard.

Juicio a los tabloides británicos. Vea el GRÁFICO COMPLETO en documentos adjuntos
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Pagos por informaciones, cambios de favores y escuchas ilegales, primero a famosos y luego a víctimas de atentados terroristas.
El terreno es complejo y aunque el dominical «The Sun» es ahora el protagonista, ayer también se supo que otros tabloides sensacionalistas de las islas podrían haber empleado las mismas técnicas de dudosa moralidad para obtener información con la que rellenar sus páginas.
A tenor de los acontecimientos de los últimos días, no se puede culpar a aquellos que piensan que el sistema es demasiado corrupto para cambiar con una simple investigación. Pero el «premier» británico insistió, y ayer prometió no una, sino dos comisiones para «no dejar piedra sobre piedra».

Arenas movedizas
Sin embargo, a nadie se le escapa que las cabeceras de Rupert Murdoch le ayudaron, y mucho, a ponerle en el número 10. El «premier», por tanto, se mueve en terreno delicado. Sobre todo, porque es demasiado obvio el vínculo que le une con el grupo mediático del magnate australiano. Ayer, además, quedó en evidencia con la detención de Andy Coulson, su ex jefe de prensa. El periodista dirigió «News of the World» entre 2003 y 2007 y fue arrestado porque la Policía lo considera sospechoso de corrupción y de haber conspirado para interceptar comunicaciones. Cameron explicó ayer que no se arrepentía por haberle contratado. Le defendió como amigo, pero sabía que tenía que hacer algo ante el escándalo que ha acabado con 168 años del tabloide más vendido de Reino Unido.
Los ciudadanos están realmente indignados. El asunto salió a luz en 2006, pero no ha sido hasta esta semana cuando se ha sabido que las escuchas ilegales para recopilar información afectaban también a padres de niñas secuestradas y asesinadas y a familias que habían perdido a los suyos en los atentados terroristas del 7-J.
La primera investigación a la que se refirió el primer ministro para analizar el escándalo no esperará a los resultados de las pesquisas policiales, como se había anunciado en un primer momento. La segunda, analizará la ética periodística, por considerar que el actual sistema de regulación de la prensa no está funcionando y la comisión de quejas ha fracasado.
Ante los ojos del público, el Gobierno pone su cara más seria, pero lo cierto es que las posibles consecuencias que todo podría tener para el magnate australiano no se han llevado a termino por parte del Gobierno. Lo que realmente interesa a Murdoch es la adquisición total del canal de pago BSkyB –de la que ya tiene un 39 por ciento– y de momento, el Ejecutivo, lo único que ha dicho al respecto es que evaluará el impacto de la situación a la hora de decidir sobre la controvertida oferta.
El ministro de Cultura, Jeremy Hunt se limitó a decir que se tomará «un tiempo» antes de pronunciarse, pero no quiso poner fechas en el calendario.
El grupo editorial de Murdoch, «News Corporation», controla en Reino Unido los periódicos «The Times» y su dominical «The Sunday Times», y los sensacionalistas super ventas «The Sun» y «News of the World». Además, Murdoch posee la cadena de televisión Sky News. Con la pérdida del dominical, que mañana sacará su última edición después del escándalo, el australiano perderá dinero, pero dentro de poco tendrá a su sustituto en los quioscos, porque ya se sabe que «The Sun» ahora se publicará también los domingos.
Conclusión: Murdoch mantendrá su imperio mediático y todo indica que también mantendrá a su mano derecha, la periodista Rebekah Brooks. Pese a haber presentado su dimisión al cierre de esta edición la directiva aún conservaba intacto su despacho como consejera delegada del grupo News International. Eso sí, no presidirá la investigación interna sobre las escuchas.

Rebekah Brooks: la «niña bonita»
Todos los ojos están puestos en ella. Muchos piden su cabeza, pero su larga melena pelirroja aún se veía ayer por su despacho de consejera, cargo que ostenta desde 2009. Rebekah Brooks siempre fue la «niña bonita» de Murdoch. Es tenaz y nada se interpone en su camino. El magnate australiano la define como la hija que nunca tuvo, a pesar de tener cuatro, y ha sido su mecenas desde que en 1989, con sólo 21 años, se unió a la compañía. Una década después, tras dos años en «The Sun», su padrino la puso al frente de «News of The World», convirtiéndola en la editora más joven del país. Subió las ventas del dominical e impulsó una polémica campaña contra pedófilos. Tiempo después, ella misma reconocería en el Parlamento que el rotativo llegó a pagar a la Policía por conseguir información.