Ciclismo

Murcia

Y Valverde de espectador

Y Valverde de espectador
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«Vamos, ‘‘Luisle'', máquina». La Vuelta llega a Murcia y las gargantas que antes esperaban a Alejandro Valverde gritan ahora el nombre de Luis León Sánchez. Los dos son murcianos y compañeros en el Caisse d'Epargne. Pero ‘‘Luisle'' pelea en la carrera y Alejandro la mira por televisión. «La sigo, por supuesto. No puedo dejar de seguir el ciclismo. No ha dejado de gustarme», confiesa.

Mientras sus compañeros se dirigían a la salida para el control de firmas, Valverde, vestido con el maillot de su equipo, uniforme impecable, comenzaba a entrenarse. Al murciano le han quitado la licencia, pero no la sonrisa. «Estoy animado», dice y con esperanza de que el recurso presentado ante el alto tribunal suizo le dé la razón. Alejandro nunca dio positivo, pero su nombre apareció en el sumario de la Operación Puerto. El Comité Olímpico italiano, primero, y la UCI, después, se agarraron a unas pruebas sin validez en España para sancionarlo

Su ilusión ahora es volver a correr y ponerse el maillot del nuevo equipo, el Movistar, que ha formado su director, Eusebio Unzúe. «Ojalá pueda ser así. Me apetece mucho». El proyecto tiene buena pinta y Alejandro, muchísimas ganas.

La nostalgia no le puede. El año pasado, cuando la Vuelta llegó a Murcia, era líder de la carrera. En su casa le esperaban el podio, el ramo de flores, los besos de las azafatas, el maillot oro y los gritos de su gente. Pero Alejandro hoy sólo es un espectador. Un espectador castigado. Y a Murcia sólo le quedaba Luis León. «Buen trabajo. Vamos, ‘‘Luisle''».

Tampoco pudo Valverde ayer subir la Cresta del Gallo, ese puerto del que siempre se espera algo y en el que nunca pasa nada. Tampoco era ayer el día para que pasara algo. Todos los favoritos aguantaron juntos, aunque a algunos les costara más que a otros. El líder, Gilbert, aguantó sobrado. Y a su maillot rojo le añadió el verde de la general por puntos, aquello que en tiempos se llamaba regularidad. «A alguno le he visto sufrir, no ha sido fácil la subida», reconocía Igor Antón.

Pero no decidió nada. Los favoritos no se separaron y en el grupo todavía quedaban velocistas para ganar. Como Thor Hushvod. El noruego salió del escondite en el que se había metido y superó los problemas de su equipo para levantar los brazos en Murcia.