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Urkullu reivindica una nación vasca «sin ataduras»

Sigue la estela de Mas, radicaliza su discurso y pide que no haya «subordinaciones»

El PNV celebró ayer la fiesta del partido
El PNV celebró ayer la fiesta del partidolarazon

BILBAO/VITORIA- Ni una sola vez se oyó ayer en las campas de Foronda, donde el PNV celebraba la fiesta del partido, la palabra «independencia», aunque lo que reclamó Iñigo Urkullu puede considerarse lo mismo, con otras palabras, tal vez con la intención de no asustar al electorado moderado que permitiría al PNV recuperar Ajuria Enea. Urkullu se fijó como objetivo que «Euskadi sea en Europa una nación sin subordinaciones impuestas, sin más ataduras que la libre decisión de la ciudadanía vasca». Para llegar a ello, el camino propuesto por el presidente del PNV fue «un acuerdo del siglo XXI, con reconocimiento en igualdad de condiciones y con posibilidad de materialización de cualquier proyecto político, en base a la voluntad democráticamente expresada a través de la libre decisión».

El espíritu del discurso del presidente del PNV quedó resumido en la alusión que Urkullu hizo a Xabier Arzalluz, de quien, según dijo, el partido aprendió a «caminar rodeando el monte, ascendiendo hacia la cima». Al PNV no le interesa ahora hacer mucho ruido reclamando independencia, sino seguir avanzando hacia ella aprovechando las coyunturas.

Urkullu no criticó en su discurso del Alderdi Eguna, en plena precampaña electoral, ni al PSE, ni al PP, pero sí lanzó un mensaje al entorno etarra. Dijo que el PNV no iba a dejar que nadie les diera lecciones de patriotismo y menos quienes «creen que Euskadi nació en el momento en que decidieron su reinserción política». «Cuando unos pegaban tiros, nosotros construíamos, piedra a piedra, las instituciones a las que ahora llegan», dijo.

Y, mientras, los nacionalistas catalanes no desaceleran. El secretario general de CDC, Oriol Pujol, advirtió desde el País Vasco de que el derecho a decidir «no lo da ni lo quita la Constitución, sino la radicalidad democrática». Mientras, su homónimo en UDC, Josep María Pelegrí, acusaba al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de no querer entender a Cataluña. «Y eso es grave», añadió. En esta ocasión fueron los invitados catalanes los que superaron con creces en radicalidad al anfitrión vasco. Los representantes de CiU, que fueron, por cierto, los más aplaudidos cuando se pasó lista a las comitivas llegadas de otras autonomías, acudieron como cada año a la cita que celebra la formación nacionalista vasca con sus seguidores en Foronda, y que hace no mucho servía de exaltación del afán rupturista del PNV con Juan José Ibarretxe como lendakari.