Eurogrupo

Salgado replica a Alemania que no venderá el oro

Alemania no ha dudado en ningún momento en fijar sus condiciones a la hora de prestarle ayuda a sus socios europeos. Lo hizo recientemente en el segundo rescate griego, y lo hace ahora que, para prevenir antes que curar, propone a España y a Italia la forma en la que pueden atajar su crisis de deuda pública.

El Gobierno alemán asegura que los países endeudados «deberían utilizar sus activos antes de pedir ayuda a otros»
El Gobierno alemán asegura que los países endeudados «deberían utilizar sus activos antes de pedir ayuda a otros»larazon

La que ayer la vicepresidenta Elena Salgado cifró en 680.000 millones de euros. El partido que preside la canciller alemana Angela Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU), aconsejó ayer a los gobiernos español e italiano que ejecuten privatizaciones o vendan parte de sus reservas de oro para resolver sus problemas financieros.

Según el viceportavoz del grupo parlamentario de la CDU, tanto un país como otro «deben arreglar sus presupuestos». En palabras del economista Frank Schäfer, del Partido Democrático Liberal (FDP), socio minoritario en el gobierno de Merkel, es «necesario que los estados endeudados vendan su oro» para que reduzcan su endeudamiento. También lo dijo de otro modo: «Deberían utilizar sus activos antes de pedir ayuda a otros». En cualquier caso, Salgado respondió: «No me parece que esa idea sea especialmente afortunada, no serviría de nada».

Lo cierto es que en la actualidad las reservas de oro de nuestro país apenas rozan el 1% del PIB. El Banco de España cuenta con 9,1 millones de onzas troy por un valor de 11.150 millones de euros, aproximadamente unos 15.000 millones de dólares. No obstante, el valor de la reserva de oro se duplicó desde la última venta que ordenó la entidad en julio de 2007, cuando esos 9,1 millones de onzas se valoraron en 5.145 millones. Y es que el Banco de España vendió entre marzo y julio de 2007, 4,3 millones de onzas, lo que representó el 32% de sus reservas de oro. Quedaron así establecidas las 283 toneladas actuales. El entonces ministro de Economía, Pedro Solbes, tuvo que explicar estos movimientos, pero sólo apeló a la necesidad de mejorar «la rentabilidad de los activos». Dos meses más tarde estalló la crisis y el oro volvió a ser un valor refugio.

Pero no fue la única sugerencia que ayer brindó Alemania, también propuso que los países miembros se sometan a exámenes de competitividad que analicen la flexibilidad de sus mercados laborales.