Sevilla

Ana Hermoso: «Sólo pido que me dejen perder»

Lamenta las «pocas facilidades» que encuentra en su partido, «desunido», y prefiere pensar que su condición de mujer, poco valorada, no es un hándicap

Ana Hermoso
Ana Hermosolarazon

Sevilla- Ana Hermoso Moreno (New Port Rhode Island, EEUU, 1964) no se rinde. Se ha propuesto obtener el apoyo de los compromisarios necesarios para «al menos» hacerse oír el próximo día 5 de octubre en el XIII Congreso Provincial del PP, en el que se elegirá al nuevo presidente popular de los sevillanos. El eslogan de su campaña dice «no te quedes sólo con lo bueno», todo un guiño a su contrincante, que cuenta con el respaldo del aparato del PP. La alcaldesa de Bormujos se resiste a ser considerada una voz crítica, prefiere el término «analista».

–Juan Bueno se niega a debatir con usted antes del congreso...
–Creo que es un error por su parte, pero no me sorprende.

–Él argumenta que usted busca titulares y habla de «circo».
–Si yo busco titulares, él tiene dieciséis años de hemeroteca y nunca lo he criticado. Él sabe muy bien cómo soy y cuánto he trabajado para conseguir resultados en este pueblo para el PP. Un debate es fundamental para la democracia y la libertad. Juega con ventaja porque su programa es muy conocido y el mío no, no puedo jugar con las mismas reglas, me falta tiempo. Es un obstáculo más en el camino.

–Ha encontrado una alternativa...
–El miércoles (mañana) he convocado un encuentro con afiliados y simpatizantes para dar a conocer mis propuestas. Dejaremos una silla vacía por si Juan Bueno recapacita y quiere acudir.

–¿De qué obstáculos habla?
–Me estoy encontrando... (se muerde la lengua) pocas facilidades por parte de mi partido, la verdad. Sólo pido que me dejen perder, pero que mi mensaje pueda llegar a los militantes y compromisarios.

-–¿Que la dejen perder?
–Por supuesto, las palabras de Bueno no son del todo ciertas, si no llego a las urnas no podré hablar en el congreso.

–Necesita 173 apoyos, ¿cuántos tiene?
–No lo puedo decir... No puedo desvelarlo. En el momento que diga quién me apoya, ellos van, piden la firma y ya tenemos el «cacao».

–¿Ésas son las zancadillas?
–(silencio) Por eso me sorprende que diga que se debate en el congreso.

–Parece que no le satisface el funcionamiento del partido...
–No estoy satisfecha con los resultados de las autonómicas y alguien tiene que ser responsable. Nadie nos ha dicho por qué hemos perdido, porque para mí ser la «mancha roja» es perder. No entiendo que cueste tanta dificultad ver que eso es así. El nuevo proyecto ha de ser innovador, con futuro, ilusión, trabajo, cercanía y humildad.

–¿Su condición de mujer supone un hándicap?
–Quiero pensar que no, me dolería que fuese así. Lo cierto es que en la directiva de mi partido predominan ellos sobre ellas.

–¿No es un error en el siglo XXI?
–Por eso pido que no haya continuidad, significaría más de lo mismo.

–¿Qué cambios aplicaría en igualdad?
–Ya que nos piden paridad en las listas electorales, debería haber un porcentaje igualitario. La mujer debería tener más representación en el Partido Popular, más cargos de responsabilidad.

–¿Por qué repite «humildad»?
–Soy alcaldesa de Bormujos por cercanía con las personas. Este municipio era un bastión del PSOE y le he dado la vuelta.

–Zoido sería un buen ejemplo...
–Lo admiro como compañero, como alcalde de Sevilla y como presidente regional. Hizo una campaña genial, copié parte de su trabajo. Ha sido un ejemplo para mí.

–¿Y José Luis Sanz?
–Bueno era el secretario general y Sanz el presidente provincial cuando se perdieron las elecciones, la mancha roja. No me valen los porcentajes de crecimiento de voto, se trataba de ganar y era una gran oportunidad.

–¿Se considera una voz crítica?
–Soy la voz analista y de la lógica. No entiendo que me llamen crítica. Si en Bormujos no se hubiesen conseguido resultados, me habrían pedido responsabilidades, como a todo el mundo. ¿Tan complicado es de entender eso? Yo no he salido como una loca, lo he hablado con ellos. Me hubiese gustado que me escucharan. Lo dije: «Cualquiera menos ustedes». Es necesario un cambio de imagen, lo actual no ilusiona.

–¿En qué radicaría su cambio?
–Hay desunión, la mancha roja ha desgastado y hecho perder confianza. Me gustaría renovar el partido y valorar más a nuestros alcaldes y concejales, crear una oficina del militante, con voz y voto, y visitar regularmente los municipios. Los cargos no deben ser vitalicios, ni un sillón eterno. En la renovación está el secreto y la ilusión de los militantes.

–Y si no vence esos obstáculos...
–Tendré una gran satisfacción personal, porque no he mentido a nadie, no he hecho nada malo y he acatado todas las normas. Ni gano ni pierdo, soy procuradora y profesora en la UPO, y siempre miro a la cara. Hay que mimar más a los militantes y, sobre todo, mejorar la política de comunicación, que es un gran fallo que tenemos. No es tan difícil, y otros partidos tienen mejores comunicadores.