Un «país» en construcción

MADRID- No son los efectos de drogas psicodélicas ni los de un mal golpe en la cabeza. Hay quien un día se levantó, desayunó y puso en marcha una idea. Buscó un mapa de España y lo redibujó como le dio la gana. En ese momento nacieron los «países madrileños». ¿Quién dijo que en Madrid no hay playa? Dentro de este grupo de «estados» hay Mar Mediterráneo, un famoso acueducto, se puede visitar el Alcazar de Toledo y bailar hasta altas horas en el Pachá Ibiza.

Hasta aquí, todo normal. Si la idea era transmitir que no hay fronteras lingüísticas ni históricas que valgan ni una misa ni ningún trato especial por ser diferente, los «países madrileños» son una forma tan ilustrativa de dar una opinión como los son las repúblicas independientes de IKEA. El tema es que la idea ha gustado y la página oficial, el blog y más de un millar de seguidores en Facebook dan fe que puestos a coger un pincel y soñar con una utopía, los «países madrileños» no suenan tan mal.

La ironía ha triunfado y no son pocos los que incluso han propuesto iniciativas para mejorar la vida en estas «estados». Claro que la mayoría de las bromas giran en torno a los verdaderos nacionalismos. Por eso y a pesar de alguna broma subida de tono, los que siguen y quieren vivir en estos países encuentran la idea graciosa y una buena manera, debe ser, de pasar el rato.

Claro que dentro de esta república con alrededor de diez millones de habitantes –cifra actualizada a fecha de 2008– han surgido independentismos de varias barriadas madrileñas como Vallecas, o Carabanchel. No todo podía ser amor y concordia en estos oníricos países.