Los obispos defienden la familia como antídoto contra el maltrato

En la plaza ya se alza una enorme cruz de 20 metros y los operarios se afanan por tenerlo todo listo. «Ya podemos confirmar la asistencia de 15.000 italianos y 8.000 franceses, familias europeas que vienen acompañadas de sus obispos», explicó ayer María Rosa de la Cierva, secretaria de la provincia eclesial madrileña.

«Este encuentro está pensado para promover la esperanza, porque hay razones para la preocupación», afirmó Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá y responsable de los temas de familia y vida de la Conferencia Episcopal. «En el campo de la vida humana, las rupturas matrimoniales y los derechos de los niños, España es una sociedad postrada», anunció, y por eso el gran encuentro de las familias cristianas del próximo domingo es, para el obispo, «una palabra de esperanza para decir "ponte en pie"».

Menos violencia en matrimonios que en parejas
El obispo Reig Pla apuntó la relación entre ruptura sentimental y «violencia doméstica, por ideología llamada "de género"» que se da en «procesos de divorcio, litigio y con hijos» y afirmó también que «los matrimonios canónicamente constituidos tienen menos casos de violencia doméstica que aquellos que son parejas de hecho o personas que viven inestablemente». Según el Instituto de Política Familiar, en 2008, en España se produjo un homicidio doméstico por cada 311.000 matrimonios, frente a una víctima por cada 25.500 parejas de hecho. Además, por cada mujer casada con orden de protección hay, en proporción, más de 10 órdenes para mujeres en parejas de hecho.

El obispo recordó que «desde 1985 se han realizado en España, aproximadamente, millón y medio de abortos; no ha habido en la historia de España ninguna catástrofe ni contienda que haya provocado más muertos. Este dato llena de sombras el vivir en sociedad, porque las sociedades existen para proteger la vida humana, no para destruirla». Y citando al Instituto de Política Familiar, y sabiéndose en vísperas del Día de los Inocentes, que conmemora la matanza de niños del rey Herodes, recordó que se practican 305 abortos diarios en nuestro país, y que también las mujeres y muchas personas implicadas «en la industria del aborto» son víctimas de «una destrucción psicológica». El efecto general es, aseguró, «una sociedad enferma».

Por eso, la Eucaristía por la Familia busca, desde la oración, «defender los derechos del niño, el derecho a nacer, el derecho a la familia, a un padre y una madre, y proteger a las mujeres, su derecho a la maternidad, decir con cariño a las mujeres, como Jesús, "hay salida, hay esperanza"», afirmó Reig Pla.

Demoler el patrimonio
El obispo planteó qué pasaría si unos bárbaros demoliesen el edificio de la Sagrada Familia de Barcelona. «Sería propio de una sociedad inconsciente. Pues bien, destruir el patrimonio espiritual que aportan los matrimonios firmes, bien construidos, también es propio de una sociedad inconsciente», aseguró. Esto se nota, por ejemplo, en que «los hijos de divorciados tienen altos índices de vulnerabilidad, dificultades ante los retos, y lo vemos en catequesis, en la escuela, vemos una sociedad vulnerable ante la ley terrible del mercado y ante el consumismo».

La organización del acto es ambiciosa. María Rosa de la Cierva espera que acudan un millón de personas, «llenar Génova hasta Alonso Martínez y Recoletos hasta Cibeles,». Pedro Besari, responsable de actos públicos del arzobispado de Madrid, explicó que «tenemos 2.000 voluntarios, y se han comprometido a traer a sus familias, así que ya tenemos 2.000 familias». Los voluntarios llegan de numerosas parroquias, movimientos y colegios de Getafe, Madrid y Alcalá.

El programa del acto se parecerá al del año pasado. A las diez de la mañana empezarán a alternarse los testimonios de obispos y familias extranjeras con familias españolas y el canto de villancicos. Sigue sin confirmarse la participación con un testimonio del seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, pero sí la de Miriam García, presidenta de Manos Unidas, que este año recibió el Premio Príncipe de Asturias. A las doce, se conectará vía satélite con el Ángelus papal en la Plaza de San Pedro del Vaticano y Benedicto XVI saludará a las familias reunidas en Madrid. Como en la anterior edición, una vez finalizada la misa habrá una cabalgata de Reyes, pero esta vez, además de camellos, habrá caballos.

«No es fácil entender que la cabalgata oficial de Madrid sea la de los Evangelios; en la nuestra, los Reyes se postrarán ante el misterio de Belén y Melchor dirá algunas palabras», explicó Rosa María de la Cierva.