Bruselas

La falacia de una Escocia en la UE

El Gobierno escocés abre una investigación a Alex Salmond para saber si engañó a los ciudadanos al afirmar que seguirían en la Unión si se independizaran

Salmond, junto a la viceprimera ministra, Nicola Sturgeon, en Perth
Salmond, junto a la viceprimera ministra, Nicola Sturgeon, en Perthlarazon

LONDRES- Primero confundió a sus propias filas con la relación que mantendría con la OTAN. Y ahora ha hecho lo mismo con el electorado. Nadie en la calle sabe si habría un futuro con la UE en caso de que Escocia se independice. Ni siquiera lo saben los políticos. Y es que el proyecto de nación que Alex Salmond ha proclamado a los cuatro vientos poco o nada se ajusta con la realidad. El nacionalista siempre defendió que los lazos con Bruselas no se romperían si se cortaba el cordón umbilical con Londres. Fanfarroneó con la idea por los pasillos del Parlamento de Edimburgo y se mostró muy seguro de su postura en una entrevista. Pero ahora será un comité de expertos quien determine si el ministro principal violó el código ministerial y mintió al pueblo.

El líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) no tuvo ayer más remedio que aceptar la investigación, después de que varios parlamentarios le hayan acusado de haber engañado a los ciudadanos al sugerir que su Gobierno tenía informes de juristas que indicaban que Escocia seguiría formando parte de la UE si se independizaba de Reino Unido en virtud del referéndum convocado para 2014.

Desde hace más de un año, los partidos de oposición habían presionado en Holyrood para saber si se había encargado asesoramiento en la materia. Tanto Salmond como la viceprimera ministra, Nicola Sturgeon, dijeron que no podían revelar esa información porque estarían violando el código ministerial. El asunto llegó hasta los tribunales, pero la audiencia no tendrá lugar hasta diciembre. Según la Prensa, el nacionalista se podría haber gastado hasta 100.000 libras en abogados del dinero público.

Debido a la presión, el martes Sturgeon tuvo que admitir que el Gobierno no contaba con asesoramiento y que no ha sido hasta ahora cuando se han pedido informes. La declaración vino horas después de que dos diputados históricos de la formación presentaran su dimisión al no compartir con el líder sus planes de futuro con la OTAN. Su salida dejó al partido con sólo 65 asientos de los 129 que hay en Holyrood. En otras palabras, que Salmond conserva su mayoría gracias a un escaño.

Por otro lado, Sturgeon reconoció que se había dado la impresión de que el Ejecutivo contaba con asesoría legal, pero negó que la culpa la hubiera tenido la polémica entrevista que Salmond concedió en marzo a la BBC. En ésta, el periodista le preguntó si habían pedido asesoramiento legal sobre el futuro de una Escocia independiente en la UE, a lo que el ministro principal contestó: «Sí la tenemos, en términos del debate». Luego añadió que «los documentos sostienen la posición de que seríamos un Estado sucesor».

El nacionalista, que se encuentra en el momento más crítico de su carrera, emitió un comunicado en el que dijo que las conclusiones de estos asesores independientes se harán públicas. «Yo aceptaré estas conclusiones y espero que todos los miembros del Parlamento escocés también lo hagan», recalcó.

José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, dejó muy claro recientemente que cualquier nuevo Estado tendrá que solicitar su ingreso en virtud del Derecho Internacional.

A principios de este mes, Salmond y David Cameron llegaron a un acuerdo para celebrar en octubre de 2014 un plebiscito, con una sola pregunta clara y directa, que podría cambiar un status quo de 305 años. El principal escollo en las negociaciones ha sido principalmente ése. El líder nacionalista quería introducir una segunda cuestión en la papeleta para otorgar al Parlamento escocés más poderes para recaudar impuestos. Era una manera de salvarse las espaldas en caso de que el pueblo rechace su plan, pero finalmente el primer ministro británico logró imponer su criterio.

A cambio, el líder «tory» accedió a que los jóvenes de 16 y 17 años puedan votar, un asunto que, según los expertos constitucionales, podría suponer un problema, ya que no aparecen en el censo electoral. Desde luego que Cameron en este sentido se lava las manos y deja a Salmond que arregle él mismo todas las complicaciones. Pero ni ampliando la horquilla parece probable que el nacionalista vaya a conseguir su objetivo. El último sondeo publicado esta semana por «Scottish Herald» mostró que sólo un 28% de los escoceses quiere desligarse de Londres.

 

CAMERON: «LA SECESIÓN SE CAE A PEDAZOS»
El primer ministro británico, David Cameron, cree que el proyecto independentista de Escocia «se cae a pedazos», después de que el ministro principal escocés, Alex Salmond, haya sido acusado de confundir al electorado sobre el futuro en Europa de la región. «Ahora resulta que ellos nunca tuvieron asesoramiento legal en esta materia. Creo que esto demuestra que cuando nos fijamos en el caso de secesión que plantea el Partido Nacionalista Escocés (SNP) –liderado por Salmond–, éste se cae a pedazos», aseguró el primer ministro británico.