Huelgas

El Gobierno cree haber quedado en tablas con los sindicatos

Con un ojo puesto en el día después, el Gabinete de Zapatero optó ayer por un perfil plano en el seguimiento de la huelga. Para evitar cualquier enfrentamiento con sus aliados hasta hace meses, eludió cifrar el seguimiento de la huelga general con la excusa de su intención de no entrar en la tradicional guerra de cifras de una convocatoria de este estilo, pese al fracaso de la protesta contra el Gobierno.

El Gobierno cree haber quedado en tablas con los sindicatos
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El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, encargado de trasladar la información de la huelga a la sociedad, calificó de «desigual» y «moderado» su seguimiento, al tiempo que insistió en tender la mano a los agentes sociales para buscar soluciones mediante el diálogo «desde mañana»(desde hoy).

En la última rueda de prensa en Moncloa para valorar la huelga general, Corbacho consideró que la desigualdad del paro «hace muy difícil reducir la jornada a una sola cifra», aunque sí facilitó algunos datos más concretos. Así, explicó que la huelga fue «amplia» en sectores como el automóvil, donde el seguimiento fue total, tal y como ocurrió en los puertos, en otras zonas industriales y en las empresas auxiliares de la automoción.

En cambio, los efectos fueron «moderados» en otros sectores como la sanidad, la educación o la hostelería, donde el seguimiento del paro fue del 3%, porcentaje que se elevó al 10% en el caso el comercio. Mientras, los empleados públicos secundaron el paro sólo en un 7,52% en la Administración General del Estado, en un 23,8% en el sector público empresarial y en un 12% en los ayuntamientos, según datos de la FEMP. Según Corbacho, el consumo de energía eléctrica bajó un 16,5% si se compara con la cifra que se esperaba ayer.

Tras repasar las diferentes cifras, Corbacho valoró una vez más la responsabilidad con la que los sindicatos han ejercido el derecho a la huelga sin impedir libre circulación y el derecho al trabajo, a pesar de los incidentes registrados. Además, insistió en la voluntad del Gobierno para trabajar con los sindicatos «por la vía del diálogo» desde hoy con el objetivo de identificar las materias en las que habrá que trabajar en el futuro. «El diálogo es el mejor camino», aseguró, sin tener en cuenta el portazo dado por las centrales sindicales un día antes a la oferta de Zapatero de negociar los Presupuestos Generales del Estado de 2011 y la futura reforma de pensiones.

En concreto, abrió la puerta a la negociación de los plazos que se han planteado en la reforma laboral para modificar algunas cuestiones, como las políticas activas, las agencias de intermediación o la negociación colectiva. A su juicio, hay voluntad de dialogar esas y otras materias, por lo que mostró su «plena confianza» en la posibilidad de volver a la senda del diálogo.