FC Barcelona Regal

Los títulos no llenan la caja

El Regal Barcelona pierde 25 millones cada año a pesar de haberlo ganado todo. El club también deberá sufragar el nuevo Palau

Los recortes en las secciones provocaron la reacción inmediata de los afectados
Los recortes en las secciones provocaron la reacción inmediata de los afectadoslarazon

Sandro Rosell cumplió el lunes un año como presidente del Barcelona. A la hora de hacer balance, todo el mundo está de acuerdo, incluso sus más fieros enemigos, en que deportivamente sólo se puede calificar como un éxito. Pero a la hora de valorar otros aspectos de su gestión, comienzan a aparecer las discrepancias. Una de las decisiones que ha generado más polémica entre la masa social y el entorno barcelonista ha sido el recorte en el presupuesto de todas las secciones, profesionales y no profesionales, una medida que incluye la desaparición de los equipos de béisbol. La justificación es puramente económica y los datos no dejan lugar a dudas.

Curiosamente, las restricciones presupuestarias llegan en una de las temporadas más exitosas de la historia del Barcelona en cuanto a títulos polideportivos. Sandro Rosell se ha convertido en el presidente que gana más títulos en su primer año. Ha ganado diez y puede aumentar su cosecha hasta los doce gracias al fútbol sala y el baloncesto. Pero todas estas copas, si exceptuamos en fútbol, no se traducen en un incremento sustancial de ingresos, por lo que las secciones siguen siendo muy deficitarias, por muy campeonas que sean.

25 millones de pérdidas
El Regal Barcelona es un perfecto ejemplo de todo esto. Ganó su segunda Euroliga la temporada pasada y esta temporada se ha llevado la Copa del Rey y está a punto de sumar un nuevo título de Liga. Tomando este ejercicio como ejemplo, la sección le cuesta al club barcelonista 30,3 millones de euros y apenas le supone 5,5 millones de ingresos. La operación es simple. Un equipo campeón de todo como el de Xavi Pascual se traduce en 25 millones de pérdidas para las arcas del Barça. Un panorama insostenible para la época de crisis en que vivimos.

Una de las promesas electorales de Rosell fue la de construir un nuevo Palau Blaugrana. El sagrado recinto azulgrana se ha quedado obsoleto para los tiempos que corren y la Euroliga obliga a todos los clubes a cumplir con unas normativas que el Palau actual no cumple. De aquí a dos temporadas, el organismo europeo no permitirá al equipo azulgrana disputar sus partidos de la máxima competición actual en su pabellón. El problema a la hora de afrontar la construcción del nuevo Palau es el poco gancho que a día de hoy ofrece el baloncesto y para amortizar una obra como la prevista es necesario tener un retorno millonario.

El resto de secciones tampoco ayuda a la economía azulgrana. El Barcelona Borges de balonmano ha sumado esta temporada su octava Copa de Europa y una nueva Liga, pero le cuesta 8 millones al club. En fútbol sala, el Barça Alusport está a punto de firmar un triplete histórico y tiene más de cinco millones de pérdidas.