África

Costa de Marfil

Las matanzas étnicas dejan 800 muertos en Costa de Marfil

Partidarios de Gbagbo y de Ouattara luchan en las calles de Abiyán

Cruz Roja denuncia la muerte de 800 personas en Costa de Marfil
Cruz Roja denuncia la muerte de 800 personas en Costa de Marfillarazon

Los intensos combates que libran las pocas fuerzas que aún apoyan al presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, y al mandatario electo, Alassane Ouattara, continuaron ayer con un intercambio de posiciones, ya que la cadena de televisión estatal volvió a manos del primero, mientras que las Fuerzas de Republicanas de Liberación, aliadas del segundo, tomaron el control del palacio presidencial en el distrito de Cocody lo que ha sumergido al país africano en un polvorín cercano ya a una guerra civil.
A esto se suma la denuncia del Comité Internacional de la Cruz Roja que ayer señaló que al menos 800 personas fueron asesinadas el pasado martes por motivos étnicos en un barrio de la ciudad de Duekoue, al oeste del país, durante los choques entre los partidarios de Gbagbo y los de Ouattara, incrementando la incertidumbre en el país.
Gbagbo elegido en el año 2000 como presidente por un periodo de cinco años se ha aferrado al poder, a pesar de haber perdido las elecciones a finales de noviembre del año pasado , lo que ha desencadenado la lucha desde hace varios meses, las cuales se han recrudecido la última semana. Ayer, a través de la televisión pública, los milicianos que apoyan a Gbagbo, que se encuentra en paradero desconocido, llamaron a combatir con dureza a las fuerzas de Ouattara, a las que acusaron de ser ayudadas por «hordas de mercenarios» apoyados por la Misión de la ONU en Costa de Marfil.
El conflicto ha provocado además que miles de marfileños se hayan desplazado a países vecinos como Ghana y Liberia. Al primero incluso han desertado centenares de miembros del Ejército y la Policía, mientras que a la base francesa de Port Bouet en Abiyán, han llegado ya 1.400 expatriados, un tercio de ellos franceses que huyen de la violencia. Esto ha llevado al ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, a emitir un comunicado en el que calificó de «criminal» la negativa de Gbagbo de abandonar el poder. «Seguimos la situación de cerca y hacemos todo lo que podemos para que se estabilice» en la nación africana.