Debates electorales

«El ritmo de trabajo es más intenso Aquí se abre 24 horas»

Coinciden en lo duro de la pelea por triunfar, pero corroboran que el sueño americano existe

Los estadounidenses Nazanin Sullivan y Juan Durán , que viven y estudian en España, posan con las banderas de los dos países
Los estadounidenses Nazanin Sullivan y Juan Durán , que viven y estudian en España, posan con las banderas de los dos paíseslarazon

NUEVA YORK- Entusiasmado, el español Javier Iturralde, de 35 años, llamó por teléfono a sus amigos el pasado 2 de octubre porque quería saber dónde iban a seguir el primer debate entre el presidente Barack Obama y Mitt Romney. Iturralde será uno de los neoyorquinos que no vote el martes. Al no ser ciudadano estadounidense, no puede acudir a las urnas como muchos inmigrantes en Estados Unidos. Pero eso no significa que no haya seguido de cerca la batalla entre los dos candidatos. Iturralde, que se dedica a la dirección creativa y márketing estratégico del sector cultural, indica a modo de broma «que quiere que gane Michelle Obama». Su respuesta coincide con la de muchos estadounidenses sobre la primera dama, que ha visto subir sus índices de popularidad desde que se instaló con su marido en la Casa Blanca. A nadie ha pasado desapercibido el compromiso de Michelle con su campaña «Let's Move» (Vamos a movernos, en español), que utiliza para luchar contra la obesidad infantil en el país. Para ello, cuenta con la ayuda, entre otros, del famoso cocinero español José Andrés. También pasará a la historia su emotivo discurso en la Convención Demócrata de Charlotte (Carolina del Norte) el pasado septiembre.

Iturralde seguirá la noche de las elecciones «en Galápagos Arts Space en (el barrio de) Dumbo (Brooklyn), el mismo lugar donde he seguido los debates. El público que asiste a Galápagos es muy interesante. Son intelectuales, creadores, gente del mundo de la cultura y que, normalmente, es afín al Partido Demócrata», explica el español que sigue a diario las elecciones a través de los medios estadounidenses. A Iturralde, apenas le costó adaptarse a Estados Unidos, aunque reconoce que el ritmo de trabajo es más intenso. Pero igual ocurre con las satisfacciones que reportan los proyectos bien hechos. «Sí, la vida está llena de largas horas de trabajo, pero no parece un impedimento en la ciudad de Nueva York, que salvo estos días por el huracán, parece estar abierta las 24 horas del día». También, que echa de menos España, pero sitúa su regreso en un futuro a largo plazo. Aun así, reconoce que ahora es más sencillo estar en contacto con España debido a las tecnologías y a la sociedad global en la que vivimos. Siempre que hay vacaciones parece que Nueva York es tomada por los españoles, sobre todo en Semana Santa y Navidad. El arquitecto madrileño Miguel Quismondo, de 39 años, prefiere «que gane el que obtenga la mayoría del voto popular». Sus palabras son una clara referencia al debate sobre el diseño sistema electoral estadounidense. Ha llevado a muchos presidentes a la Casa Blanca sin ganar la mayoría del pueblo, debido la forma en que se distribuyen los votos electorales. Quismondo, que lleva más de una década en EE UU, no estará pendiente de las elecciones el martes, ya que viajará ese mismo día a Texas desde Nueva York. «Decidí volar ese día porque los billetes estaban mucho más baratos», reconoce con una sonrisa. Al contrario que a muchos europeos, no le disgusta Romney.

A pesar de que Nueva York sea un bastión demócrata y los extranjeros se identifiquen más con Obama, el español Alexander García indica que continúa «con grandes dudas y no sé si lo voy a tener todo claro para el día de las elecciones. Por un lado, me inclino hacia las políticas republicanas. Pero no veo a Romney en la Casa Blanca», admite este español de 32 años, que disfruta de doble nacionalidad. García, que lleva en Nueva York desde hace siete años, explica que «he seguido muy de cerca la campaña, aunque ha sido un juego de estrategia mediática más que otra cosa. Nunca había visto un panorama tan dividido y unas campañas políticas tan faltas de contenido», analiza García, que trabaja en un banco. Sin duda, seguirá la noche de elecciones atento a todos los resultados y análisis de los expertos desde su casa con su familia.

Rosa Creixell, que acaba de llegar a EE UU, indica que prefiere que gane Obama. «(La noche de las elecciones) Estaré en Nueva York con amigos», explica la española que pasa en la ciudad entre dos y cuatro meses al año desde 2009.

Parece que entre españoles también hay dudas y divisiones acerca de los candidatos. En dos días, eso sí, los estadounidenses decidirán quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.