Cascos da la campanada y gana en el Principado

Los resultados definitivos otorgaron al Foro de Asturias un diputado más que el PSOE. El Partido Popular quedaría como tercera fuerza política, pero su más que posible alianza con el partido de Álvarez-Cascos daría a la derecha la primera mayoría absoluta de la historia del Parlamento regional. Los 16 diputados conseguidos por FAC junto a los diez escaños del PP suponen tres diputados más de los necesarios para tener la mayoría absoluta en la Junta General del Principado, que cuenta con 45 diputados. En la única ocasión en la que los populares gobernaron en Asturias (1995-1999) lo hicieron con mayoría simple.

Sin embargo, para arrebatar el poder a los socialistas primero debe producirse la «reconciliación» con Génova tras el agrio encontronazo que supuso la escisión del partido del ex vicepresidente y ex ministro de Fomento, que se negó a dejar de ser cabeza de lista. Las primeras declaraciones de Cascos tras conocer su soprendente triunfo tuvieron un tono cuando menos conciliador. El ex vicepresidente dijo que «es una victoria de Asturias» y añadió que por su parte «no va a quedar el empeño de incorporar a todos aquellos que quieran aportar ideas y esfuerzo».

Por ello, «con generosidad», el casi seguro presidente asturiano indicó que quiere que «todos» –«subrayo, todos»– pacten unos «compromisos», aunque «cada uno aporte matices al debate». Álvarez-Cascos ejerció diez minutos después de las diez de la mañana su derecho al voto en el Colegio Ramón Muñoz de Luarca. Sus palabras fueron proféticas. A la salida del centro, el ex miembro del Partido Popular pidió a los asturianos que votaran «sin miedo y a favor de la esperanza».

Minutos antes de que comenzara el goteo de resultados definitivos proporcionados por el Ministerio de Interior, la propia portavoz del Comité Electoral, Elena Valenciano, daba por hecho la debacle y reconocía que el Gobierno estaba «razonablemente preocupado», aunque no sentía «miedo», ante la posibilidad de perder el mando del Gobierno asturiano. Tras la publicación de los datos definitivos, el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE), Javier Fernández, reconoció la derrota y admitió que el resultado fue «malo sin paliativos» y que el trabajo que les aguarda será en la oposición. Lo cierto es que el varapalo que los asturianos dieron a la izquierda en las urnas fue el pero desde que se celebraron las primeras elecciones autonómicas en 1983.