Nueva York

Come reza y por favor no dobles películas al castellano

Si le gusta Javier Bardem tanto como para ir a verle en "Come, reza, ama", abra los ojos y tápese los oídos. Si no le gusta, regocíjese con la voz tan poco varonil que le han puesto, un doblaje que ha dado alas a los puristas. También lo ha hecho el ministro Gabilondo, que quiere que aprendamos inglés en versión original. Y un tercer argumento: una guionista ha descubierto el "truco"de los títulos en español. Para echarse a temblar.

Bardem y Roberts en una escena de «Come, reza, ama»
Bardem y Roberts en una escena de «Come, reza, ama»larazon

Pensando, pensando, la guionista argentina Carolina Aguirre cree haber encontrado la fórmula mágica que utilizan los traductores al español de las películas en inglés. Tomamos 30 palabras, las dividimos en cuatro géneros (thriller, drama, acción y comedia), las removemos un poco y… voilà, ya tenemos el título. Acertará seguro.Una pista. Si la "peli"es de esas de pasar mucho miedo, hay un trío comodín que nunca falla: "fatal", "mortal"y "total". Otra: si quiere que el espectador se ría, titule con "loca". Si es un dramón, combine "para siempre/nunca/jamás"a su antojo, y si la cinta es de acción recurra a algo tan absurdo como "a bordo".¿Por qué esa manía de destrozar un título? ¿Y por qué tan poca imaginación?, se pregunta Aguirre en un estudio publicado en el diario argentino La Nación. No tiene clara una respuesta, pero se aferra a las pruebas para clamar por que, al menos, se aumente el número de palabras que entran en cada "sorteo de títulos"y por una vez, y sin que sirva de precedente, la versión española se asemeje en algo a la original.No, no busquen coincidencias, ni en las más taquilleras (el desvelado de Seattle era "Algo para recordar") ni en las películas de sobremesa ("The Ice Princess"acabó siendo ¡Soñando, soñando… triunfé patinando!). Volvemos a las cuatro categorías. Thriller: "Enemigo mortal", "Peligrosa obsesión"o "Pacto mortal". Drama: a las ya reseñadas, piense en todas las tituladas con "secreto", "íntimo"o "difícil". Hay para aburrir.Para las de acción, el clásico: "Terror a bordo", "Enemigo a bordo", "Rebelión a bordo", "Pánico a bordo", "Motín a bordo". Y para las comedias, "en apuros", "enredo"o, si alguien se casa, "boda"("Un detective en apuros", "Enredos en Nueva York", "Vacaciones alocadas"o "Una boda inolvidable").Al ministro le gusta la versión originalCon todo, el título del film (qué más da si es "Brokeback Mountain", "Terreno vedado"o "Secreto en la montaña") es sólo el aperitivo. Lo verdaderamente importante está en el menú, y es aquí donde España es una excepción. La costumbre de doblar al castellano las películas ha creado un pujante negocio, es cierto, pero ha lastrado las posibilidades de mejorar su inglés a varias generaciones.Así lo ha recordado estos días, durante la presentación de sus Presupuestos, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, que cree que, de una vez por todas, ha llegado el momento de mantener en versión original las películas para que aprendamos en el cine lo que no se nos quedó en el colegio.Motivos no le faltan: España es el cuarto país por la cola de la Unión Europea en conocimiento de idiomas extranjeros. ¿Leer subtítulos es la solución? "No es la panacea –advierte Gabilondo- pero los países en donde no se doblan las películas hay un mejor conocimiento de los idiomas".Sirva o no para aprender inglés, al menos evitará sobresaltos como el de escuchar al oscarizado Javier Bardem con voces distintas, a cada cual más absurda, en sus incursiones en Hollywood. Parecía difícil superar una voz más distinta a la suya que en la de "Vicky, Cristina, Barcelona", de Woody Allen. En "Come, reza, ama", en la que comparte cartel con Julia Roberts, lo ha conseguido.