María Dolores de Cospedal es una mujer valiente. Ayer lo demostró una vez más al anunciar en Toledo su programa económico para Castilla-La Mancha, arropada nada menos que por Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro. Su primera prioridad cuando gobierne será la recuperación económica de una región en la que las cifras porcentuales del paro son muy superiores a las de otras autonomías, y donde se ha incrementado la deuda hasta en un 315 por cien y el déficit llega a casi 6.000 millones de euros. Por eso la presidenta regional del PP pone el acento en la contención del gasto corriente creando una oficina de control presupuestario y reduciendo el sector público hasta en un 50 por ciento en los casos de empresas autonómicas, puestos de libre designación, coches oficiales y presupuesto para publicaciones de autobombo. También anunció que reducirá el número de los delegados provinciales de la Junta de 35 a 5, privatizará la TV regional y suprimirá todos los organismos duplicados con la Administración central, entre ellos el Defensor del Pueblo, la Sindicatura de Cuentas, el Consejo Consultivo y el Consejo Económico-Social. Y bajará los impuestos a empresas y particulares para fomentar el consumo, generar actividad económica y crear el empleo.
A Cospedal le dan las encuestas cinco escaños por encima del PSOE. Habrá que verlo. De momento, además de valor, la secretaria general del PP está demostrando que tiene programa.