Investigación

Un estudio confirma que el riesgo de sufrir un ictus es mayor en las personas que consumen esta bebida

Aunque la edad media de aparición se sitúa en torno a los 73 años, los expertos advierten de que puede afectar a personas jóvenes

Un estudio confirma que el riesgo de sufrir un ictus es mayor en las personas que consumen esta bebida
Un estudio confirma que el riesgo de sufrir un ictus es mayor en las personas que consumen esta bebidaFreepik

Un reciente estudio ha vuelto a poner el foco sobre los riesgos del consumo de alcohol. Su impacto sobre la salud está lejos de ser inocuo. En Francia, país donde se desarrolló la investigación, el accidente cerebrovascular constituye la tercera causa de muerte, con unas 140.000 personas afectadas cada año. El ictus se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo en el cerebro, ya sea porque un vaso se obstruye o porque se rompe, provocando daños en las neuronas y consecuencias que pueden ser irreversibles.

El consumo de alcohol, especialmente en combinación con otros hábitos poco saludables como el tabaco o el sedentarismo, se asocia a un aumento del riesgo de sufrir un ictus. A ello se suman otros factores reconocidos por la comunidad médica: la hipertensión arterial, niveles altos de colesterol, la diabetes y el estrés crónico. Aunque la edad media de aparición del ictus se sitúa en torno a los 73 años, los especialistas advierten de que puede afectar a personas jóvenes.

En paralelo a los estudios sobre el impacto del estilo de vida, un grupo de investigadores chinos ha diseñado una herramienta destinada a afinar el pronóstico individual. Se trata del índice TyG-WWI, que integra dos indicadores metabólicos (niveles de triglicéridos y de glucosa en sangre) junto con la relación entre la altura y el perímetro de cintura. La combinación de estos parámetros permite calcular con mayor precisión la probabilidad de que un adulto desarrolle un accidente cerebrovascular a lo largo de su vida.

Prevención por delante

Los especialistas insisten en que la mejor estrategia frente al ictus sigue siendo la prevención. Reducir el consumo de alcohol y tabaco, mantener una dieta equilibrada, practicar ejercicio regular y vigilar la tensión o el azúcar en sangre son medidas que están al alcance de una gran parte de la población. "La evidencia nos muestra que no existe un nivel de consumo de alcohol que pueda considerarse completamente seguro", advierten los neurólogos.