Israel

Hizbulá amenaza a Israel: responderá si ataca Líbano

Israel y Líbano se acusaron ayer mutuamente de haber violado «flagrantemente» la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que establece los términos acordados para el cese de la guerra de 2006 de Israel contra Hizbulá. Y la ONU tuvo que volver a aplicar el guión previsto.

Un soldado de la UNIFIL, la misión de la ONU en el sur del Líbano
Un soldado de la UNIFIL, la misión de la ONU en el sur del Líbanolarazon

Convocó una reunión de urgencia para tratar el nuevo incidente y el secretario para operaciones de paz, Alain Le Roy, explicó a los miembros del Consejo los pormenores del enfrentamiento. El resultado fue el previsto: el Consejo de Seguridad expresó su alarma por el enfrentamiento y pidió contención a ambas partes, al mismo tiempo que les instó a evitar una escalada bélica.

Pero más allá del guión diplomático, lo cierto es que la paz es un bien muy endeble en la frontera israelí con Líbano. Para empezar, porque la resolución 1.701 no contempla el desarme de Hizbulá y tan sólo permite a las tropas de la FINUL «tomar las medidas necesarias y que estime que están dentro de sus capacidades (...) para asegurarse de que su área de operaciones no será utilizada para llevar a cabo actividades hostiles de ningún tipo». Poca cosa, si se tiene en cuenta que Hizbulá posee más y mejor armamento que el propio Ejército libanés.

Y las palabras del líder del grupo chií libanés, Hasan Nasrala, no contribuyen a tranquilizar los ánimos. «Hizbulá no se quedará callada si Israel ataca al Ejército libanés en el futuro», dijo ayer el jeque en un mensaje destinado más a sus seguidores políticos que a tranquilizar a la comunidad internacional.

En este contexto, si no se han producido más enfrentamientos, y más sangrientos, es porque Israel ha mantenido una vigilancia constante de los movimientos de Hizbulá en la zona y ha surtido con información exhaustiva a las tropas internacionales que, actualmente, se encuentran bajo el mando de un general español.