Vicálvaro

El otro «clásico»: gitanos contra guardias civiles

Era la ocasión para arreglar «cuentas pendientes». El lugar escogido, el polideportivo municipal de Valdebernardo, no era del todo terreno neutral, pero allí se vieron las caras grupos normalmente «rivales» o enfrentados.

045mad16fot2
045mad16fot2larazon

La idea era saldar «históricas deudas» de la forma más justa posible: un partido de fútbol, precisamente, para tirar abajo esos muros y fomentar la integración entre grupos tópicamente antagónicos. Así, bajo el lema «Por la integración y contra la intolerancia», la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) organizó ayer, por segundo año consecutivo, un torneo de fútbol 7 entre colectivos «enemigos».

Las semifinales se echaron a suertes y enfrentaron, por una parte, a la «selección» gitana, reclutada por la Federación de Asociaciones Gitanas FAC-Calí y a la Selección Intercultural de Vicálvaro, formada por un grupo de jóvenes de distintas nacionalidades residentes en el distrito. Por otra parte, agentes de la AUGC se enfrentaron a un equipo «político», formado por concejales del PP, PSOE e IU.

El «histórico» encuentro, que va camino de convertirse ya en un «clásico» en toda regla, no se lo quisieron perder, entre otros, la concejala del distrito de Vicálvaro, Carmen Torralba, la Directora General de Deportes del Ayuntamiento, Mercedes Coghen, o el subdelegado del Gobierno en Madrid, Ricardo García.

El morbo estaba servido cuando el árbitro pitó el inicio de los partidos. Nervios en el banquillo, en los entrenadores y, sobre todo, en los jugadores menos experimentados. Antes del torneo todos aseguraban que iban a «dejar muy alto el pabellón», sin embargo, los resultados hablaron.

Los que menos en forma demostraron estar fueron, sin duda, los concejales. A pesar de los esfuerzos de Justo Calcerrada (IU), el entrenador del equipo político, el grupo «mixto» formado por Manuel Troitiño, Íñigo Henríquez de Luna y Luis Miguel Boto, del PP, Gabriel Calles y Manuel García Hierro, del PSOE, tuvieron que conformarse con el último puesto, aunque lo asumieron con buen humor y deportividad. «Y eso que he sacado a Troitiño, que es mi mejor jugador», bromeaba Calcerrada.

La Selección Intercultural de Vicálvaro, formada por chavales de entre 16 y 20 años entrenados por Miguel García, obtuvo el tercer puesto. Así, la «gran final» era la esperada por todos: guardias civiles contra gitanos. Los agentes tuvieron la oportunidad de «subsanar» el categórico 8-2 que obtuvieron el año pasado.

«Es la oportunidad de darles una patadita sin que digan nada», bromeaban desde la grada «gitana», sin darle mayor importancia a la «tradicional» rivalidad que siempre ha existido entre los dos colectivos. Los guardias civiles, entrenados por el secretario de organización de la AUGC, Paco Cecilia, sudaron la camiseta pero el equipo formado por los gitanos no les dio tregua. «¡Con la fuerza del hinojo!», gritaban desde el banquillo.

«El año pasado había menos hinojo pero éste ha llovido más y hemos comido mucho», bromeaban los gitanos, amantes del aromático condimento. La etnia «rival» de los «payos», de nuevo ganó por goleada, aunque quedó en un «asumible» 4-2, que los miembros del Instituto Armado no tuvieron más remedio que aceptar. «El año que viene va a haber revancha», pronosticaban algunos.

El presidente de FAC-Calí, Lisardo Hernández, bromeaba ayer al asegurar que «uno de los motivos por los que los gitanos corren tanto ahora (y ganan los partidos) es porque hace muchos años llevaban a la Guardia Civil detrás». A la vista de los resultados, va a tener razón.