Belleza

Penélope Cruz: «Soy una beauty victim y estoy embarazada»

El embarazo conlleva una serie de cambios que pueden ser complicados para la futura madre, y Penélope Cruz no es una excepción. La actriz ha dejado de fumar para no perjudicar a su hijo y, entre eso y el estrés del trabajo, los compañeros de rodaje han acabado tachándola de "ogro".

Penélope Cruz
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Inyecciones de bótox y ácido hialurónico regulares cada cuatro meses; dos sesiones de radiofrecuencia mensuales para mantener a raya la flaccidez corporal, seis horas semanales de entrenamiento deportivo extenuante, dieta depurativa dos veces al año para limpiar el organismo de cualquier deshecho indeseable y un contundente «peeling» anual que renueve la piel. Cita arriba, cita abajo, ésta bien podría ser la agenda-beauty de cualquier mujer preocupada por su físico a partir de los 35 años, y en el caso de las «celebrities» más deseadas y cotizadas del planeta, ésta podría estar aún más apretada. Pero, ¿qué ocurre cuando aquellas a las que un insignificante gramo de celulitis o una fina arruga puede arruinar la carrera deciden probar la maternidad?

La recuperación de los contornos corporales originales no es el único desafío con el que se tienen que enfrentar «top-models» o actrices de primera después de dar a luz. Para muchas, la lucha comienza mucho antes, cuando el test de embarazo da positivo y los cuerpos modelados a base de esfuerzos y tarjeta de crédito y las pieles acostumbradas a los tratamientos estéticos más punteros deben tomarse un descanso obligado.

Penélope Cruz no debería preocuparse, una vez sorteados los contratos legales que la obligaban a esconder tripa, puede pedir consejo directo a sus amigas Monica Belluci o Paz Vega para poder posar con su retoño en brazos sin hacer excesivo abuso del Photoshop. Y aunque haya decepcionado a muchos de sus seguidores al confirmar que no posará desnuda para ninguna publicación presumiendo de embarazo, éstos pueden estar seguros de que la actriz, al igual que ocurrirá con Paulina Rubio y con Miranda Kerr, no bajará un sólo escalón en las listas oficiales de las mujeres más sexys.

En el caso de Mar Flores, que disfruta de su cuarto embarazo, al esperar gemelos no ha podido ocultar su gestación, como la esposa de Javier Bardem, hasta el quinto mes para anunciarlo. Ella tiene experiencia y, seguramente, ya esté abusando de las cremas antiestrías para prevenir su aparición en unos tejidos obligados a distenderse al máximo.

Láser fuera
Más preocupante es el caso de Celine Dion, y no sólo por el factor edad, ni por el hecho de que la cantante espere gemelos. Lo que está claro es que no volveremos a verla por los medios por una buena temporada. ¿Los motivos? Se habrá visto obligada a posponer las citas con su médico estético de cabecera y no parece probable que quiera mostrar un rostro que se «descongelará» a medida que la toxina botulínica pierda fuerza.

En el «¿Qué se puede esperar cuando se está esperando?» y demás biblias de la gestación, falta un capítulo que explique si una mujer puede ponerse bótox durante el embarazo o si se debe interrumpir el protocolo de la depilación láser. Y, aunque debería primar el sentido común, cuando los ginecólogos recomiendan encarecidamente dejar de fumar y prohíben la ingesta de los analgésicos más comunes, no se puede esperar que tengan manga ancha con una de las toxinas más letales del planeta o con longitudes de onda capaces de perforar túneles. Muchas mujeres se preguntan, ¿se puede o no se puede? La doctora Ana Beltrán, codirectora médica de la clínica Bari de Madrid, explica a LA RAZÓN que «durante el embarazo están prácticamente contraindicados la mayor parte de los tratamientos médico-estéticos mínimamente invasivos».

Moldear el cuerpo
La doctora asegura que «algunos de ellos, como la toxina botulínica, los «peelings», o los láseres de cualquier longitud de onda, de manera contundente, y otros, como los basados en el empleo del ácido hialurónico, de forma más relativa, pues, aunque no son absolutamente incompatibles con el organismo, aún no se dispone de estudios que corroboren su inocuidad durante la gestación».

Sin embargo, no hay por qué deshechar cualquier procedimiento, como también indica esta especialista, «para moldear el cuerpo se puede recurrir a los drenajes linfáticos manuales, a la presoterapia, siempre que excluya la zona abdominal e, incluso, a la paratología LPG de baja intensidad».

La cirugía, en cambio, sí está contraindicada. El doctor Diego Tomás, especialista en cirugía plástica, reparadora y estética, es claro al respecto, «aunque los avances en farmacología y anestesiología permitirían que la anestesia no supusiera un riesgo importante para el feto, sí que se trata de un factor de riesgo para la madre, sobre todo a partir de un número determinado de semanas de gestación. Otro aspecto a tener muy en cuenta es que el embarazo, junto con el post-parto, supone una serie de cambios fisiológicos que alterarían el resultado estético de cualquier intervención, y más si hablamos de zonas como las mamas o abdomen». Eso sí, una vez pasado un tiempo prudencial, y si se tiene claro que no va a haber más embarazos, no hay razón para no someterse, si se desea, a una abdominoplastia que alise el vientre o a una mastopexia que reposicione las mamas. Como explica el doctor, «estos tiempos son de entre seis y doce meses para la primera y a partir de tres meses del parto o de la finalización de la lactancia en el caso de una intervención mamaria».


Consejos para una feliz espera
- La actriz Jessica Alba (en la imagen) confesaba en la edición británica de «GQ» experimentar ataques de ansiedad antes de enfrentarse a los posados de estudio. No le importa embutirse en un traje ajustado de vinilo para meterse en el papel de la mujer invisible por exigencias del guión de «Los cuatro fantásticos», pero fuera del plató de rodaje es incapaz de posar ligera de ropa. Se trata de un problema de autoestima surgido a raíz de su embarazo. «No me voy a volver a desnudar, mis senos están caídos, tengo celulitis, y mis caderas son enormes», explicaba. No sabemos lo que hizo durante esos nueve meses, pero numerosos centros de belleza ofertan programas especiales que aseguran una recuperación absoluta.

- En Felicidad Carrera recomiendan un tratamiento cosmético antiestrías que haga hincapié en la zona de las mamas, el vientre y los muslos; utilizar altos índices de protección solar –tanto en invierno como en verano–, que prevengan la aparición de las manchas; evitar las grasas saturadas, que ayudan a que la celulitis se instale, y drenajes linfáticos, que alivien la sensación de piernas pesadas.

- Los rituales faciales de limpieza y de hidratación profunda –siempre que eviten principios activos nocivos, como el retinol, el ácido glicólico o el ácido salicílico– son muy recomendables, igual que el tratamiento regulador de la melanina y aparatología suave que no entraña riesgos, como el Icoone, para combatir la acumulación de grasa y la flaccidez.