Cine

San Francisco

Hacia el abismo Lluís FERNÁNDEZ

Una escena mítica de «Easy Rider», que Hopper coprotagonizó junto a Peter Fonda y Terry Southern
Una escena mítica de «Easy Rider», que Hopper coprotagonizó junto a Peter Fonda y Terry Southernlarazon

Hopper tiene tantos visos como un diamante pulido. Según quien se refleje se identificará con el amigo de James Dean en «Rebelde sin causa» (1955) o con el ídolo contracultural, junto a Peter Fonda, en «Easy Rider» (1969), el prototipo de los jipis psicodélicos y la errabundia en busca de los paraísos artificiales que iban de San Francisco a Katmandú, pasando por Ibiza. Su éxito como director lo catapultó a la cima de los directores del «movie brat», que tomaron el Nuevo Hollywood. A los trece años era ya alcohólico. Su adición al LSD lo convirtió en una pesadilla para los ejecutivos de los Estudios. Hizo de camello en la primera película sobre el LSD, «The Trip» (1967), pero fue la cocaína, que puso de moda en Hollywood con «Easy Rider», la que lo convirtió en un peligro para las mujeres que maltrató. Participó en «Apocalispsis Now» (1979), y su papel en «El amigo americano» (1977) de Wenders, galvanizó a los progres de los 70. Lynch le dio un papel de perverso posmoderno en «Blue Velvet»(1986), cima de su carrera hacia el abismo, que concluyó con malos en películas de acción.

Lluís FERNÁNDEZ