De chocolate del loro nada por Sergio ALONSO

Hay quien dice que sería sólo el chocolate del loro, pero en estos tiempos que corren de crisis galopante y bancarrota sin igual, combatir las bolsas de ineficiencia y los despilfarros que afloran en la Sanidad constituiría una gran ayuda para mantenerla a flote. Más allá de la estulticia que supone la sobreabundancia de altos cargos, secretarios generales, subsecretarios, directores generales, subdirectores, jefes de gabinete y gerifaltes varios de la España autonómica, hay varios focos por explorar. Cuentan por ejemplo los que saben de esto que hace años se construyó en la entonces recién inaugurada Fundación Alcorcón un helipuerto para el traslado de pacientes. La idea fue estupenda, pero al que la tuvo no se le ocurrió al mismo tiempo incluir en la cartera de servicios del hospital la Neurocirugía.

El resultado fue que el dispositivo no tuvo apenas uso: los pacientes politraumatizados de la zona tenían que ser trasladados a otros centros sanitarios con este servicio médico. Los ejemplos arrecian como las setas en otoño. El futuro Hospital Central de Asturias es, junto al nuevo hospital de Toledo, paradigma de la megalomanía tan chocante con la crisis. ¿Son realmente precisos dispositivos sanitarios tan majestuosos, con internet gratis en las habitaciones, cuando las arcas autonómicas se ahogan en medio de la deuda pública? ¿No habrán cambiado las necesidades médicas de esos centros cuando se inauguren, después de años de construcción? Otra píldora: en el Puerta de Hierro de Majadahonda hay un quirófano con dos años de existencia que no ha funcionado nunca, al haber quedado obsoleta la técnica que iba a aplicarse en él. Urge pues racionalizar el uso del escaso dinero público dedicado a la Sanidad.