Andalucía

El PP planteará las autonómicas y municipales como unas «primarias» de las generales

La marejada interna en el PSOE, que ha aflorado con el resultado de las primarias de Madrid, se lo está poniendo en bandeja al PP. A su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y candidata a la Junta de Castilla-La Mancha, le faltó ayer tiempo para aprovechar en beneficio de su partido las críticas del presidente manchego, el socialista José María Barreda, al liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero.

El PP planteará las autonómicas y municipales como unas «primarias» de las generales
El PP planteará las autonómicas y municipales como unas «primarias» de las generaleslarazon

«Parece que algunos quieren abandonar el barco porque están muy asustado por un posible castigo electoral», proclamó la número dos de Rajoy en una entrevista en Onda Cero. Cospedal recordó que el mismo Barreda que ahora marca distancias con La Moncloa hace dos meses, en agosto, defendía con «mucha nitidez y claridad» que para el PSOE sería suicida cambiar de liderazgo.

El PP está muy pendiente de los movimientos socialistas. Su conclusión es que los «barones» del PSOE, tanto autonómicos como líderes municipales, están en la estrategia de intentar regionalizar al máximo las elecciones de la próxima primavera, para que se les juzgue por su gestión y no por la de Rodríguez Zapatero.

Pero la estrategia del PP va a ser justamente la inversa. Génova está hoy volcada en las elecciones catalanas, pero esa dedicación a unos comicios a los que concede una extraordinaria importancia no quita para que también ande ya planificando los ejes de la campaña autonómica y municipal.

Si el PSOE quiere regionalizarla, el PP hará todo lo que está en su mano para que sea una campaña nacional y por eso Mariano Rajoy será el protagonista y buscará, además, el cuerpo a cuerpo con el presidente del Gobierno, según anticipan fuentes de la dirección popular. Y por eso también el «leit motiv» del discurso de Rajoy y de todos los candidatos será la economía, el paro y, por supuesto, la responsabilidad de Zapatero en el alcance «dramático» de la crisis.

«El PSOE no va a poder evitar que las elecciones de primavera sean unas primarias y si las ganamos en votos serán el empujón definitivo para la victoria en 2012», sostiene un miembro del Comité de Dirección del PP, que apoya sus palabras en el ejemplo de las autonómicas y municipales de 1995, preludio del primer triunfo del PP en unas generales.

Entonces, el PSOE perdió su hegemonía en la mayoría de las comunidades en las que gobernaba, conservando el poder únicamente en Extremadura y Castilla-La Mancha, mientras que el PP dio un salto electoral y se convirtió en la fuerza política más votada en 10 autonomías. Ése es el espejo en el que se mira el PP para vaticinar el vuelco en bastiones de hasta ahora irreductible hegemonía socialista, como es el caso de la comunidad manchega. Sus previsiones también son muy optimistas en Andalucía, pero no hay elecciones en 2011.


Gallardón pide reflexión al jefe del Ejecutivo
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz- Gallardón, aventó ayer las llamas del socialismo tras el «extraordinariamente llamativo» toque de atención de Barreda a Zapatero. El regidor de la capital instó al jefe del Ejecutivo a que sea «responsable y leal» con los españoles, que reconozca que su proyecto está agotado y que llame de nuevo a los españoles a las urnas.

Para Gallardón, «es verdaderamente notorio y extraordinariamente llamativo que un dirigente regional socialista diga que no quiere ni el discurso, ni el modelo, ni la presencia de aquellos compañeros suyos que están gobernando España». Los españoles, concluyó, necesitan «un nuevo proyecto, una nueva ilusión».