Inseguridad ciudadana

Puente de VaÑetas

El distrito, «cuna» de los «ñetas» en la capital, es recurrente zona de crímenes entre bandas latinas. En menos de un mes dos aspirantes a «latin kings» han muerto en sus calles. La Policía ya ha detenido a los autores

Puente de VaÑetas
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MADRID- Aunque la Policía no admite ningún repunte de asesinatos entre bandas latinas, en menos de un mes la rivalidad entre ellas ha vuelto a cobrarse dos vidas muy jóvenes en las calles de Puente de Vallecas, «territorio comanche» de estos grupos violentos. Ambos crímenes se cometieron en el mismo distrito, apenas a tres kilómetros de distancia. ¿Casualidad? Los expertos en bandas latinas saben que, en su día, Vallecas fue «conquistado» por los «ñetas» y que la presencia de un «latin king» en ciertas plazas era sinónimo de reyerta. Ahora, la cosa no es tan radical, pero no dista mucho de lo que ha pasado con la muerte de Jorge Luis el 27 de abril y de Ramiro David el 22 de junio; los dos han muerto en el distrito a manos de «ñetas». Lo cierto es que el buen trabajo de la Brigada de Información con la colaboración, en estos dos casos, del grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional se ha traducido en más de una decena de jóvenes pertenecientes a bandas latinas detenidos, muchos de ellos menores de edad. El último caso de «violencia latina» acabó con la vida de Ramiro David Montenegro Villacres, de tan solo 20 años y presunto integrante de los «Latin King», clavándole una botella rota en el pecho mientras estaba en la conocida como «plaza roja» de Vallecas, en la calle Tánger. A las pocas horas, la Policía dio con el presunto autor material del homicidio y a la mañana siguiente fue detenido, según informó entonces la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Se trata de Diego Bolívar P. C., de 19 años, más conocido como «Popeye» entre sus compañeros de banda. En su domicilio, la Policía encontró documentación relacionada con los «ñetas» collares que utilizan para indicar el rango, una pistola detonadora y un machete. Víctima y verdugo compartían orígen y nacionalidad: raíz ecuatoriana pero pasaporte español. Y es que la gran mayoría de los «ñetas» y los «latin kings» son de origen ecuatoriano. Aunque el presunto autor material fue detenido al día siguiente, a los pocos días detuvieron a otros siete implicados, según informó ayer la Dirección General de la Policía. Entre ellos, cuatro menores que, según la Policía, se encontraban en «fase de estudio» para entrar a formar parte de la banda. El resto de detenidos eran «miembros probados».

La hipótesis más sólida que ahora barajan los agentes es que los autores materiales del homicidio son mayores de edad: Diego Bolívar, «Popeye», y Gabriel Steven T. M., «Guayaco». Tras ser puestos a disposición judicial –el primero hace más de una semana– ingresaron en prisión preventiva a la espera de juicio.

El juez encargado del elaborar el auto se basó en las evidencias del atestado policial. Los agentes encargados de investigar el caso se dieron cuenta rápidamente de que la agresión se había producido entre miembros de bandas rivales, ya que los amigos de la víctima eran también «miembros probados» de los «Latin King». El joven fallecido se encontraba en fase de pruebas para ser admitido en esta banda, según la investigación. Pero, como en la mayoría de estos casos, la familia de la víctima desconocía la pertenencia del joven a estas bandas o su simpatía hacia ellas. Lo mismo ocurrió el pasado 27 de abril con Jorge Luis, alias «Smith», también asesinado –esta vez de dos disparos– en la plaza Puerto Rubio. Cinco de los diez menores detenidos ingresaron en un centro de menores. Según los expertos, los «miembros probados» exigen a los menores pruebas de iniciación como robos con violencia o asesinatos para probar su valentía y poder así formar parte de bandas tan «prestigiosas». Un muerto en su haber es su bautismo de fuego. Además, si el delito lo comete un menor, no ingresa en prisión.
Al parecer, lo que sí ha detectado la Policía últimamente es que muchos jóvenes latinos simulan pertenecer a estas bandas para intimidar a posibles enemigos o impresionar a las chicas.

 

Las normas
28 REGLAS INTERNAS

Si entrar a formar parte de los «ñetas» no es fácil, mantenerse dentro sin ser sancionado requiere el cumplimiento de unas normas, a veces curiosas, a veces lógicas. Dentro de las últimas, están «ser puntual en las reuniones» o «solucionar nuestros problemas de forma cordial», Hay muchas proteccionistas, como «cuidar los unos de los otros», «cuando salgamos, salir siempre juntos con la gente de nuestro pueblo y volver juntos», «no permitir humillaciones a otros hermanos», y otras curiosas como «no pelear con un hermano y menos por droga», «no perderse en el alcohol», «comparte con tus hermanos, no seas egoísta». Pero la más irónica, sin duda, es la norma que exige a un «ñeta» «no robar en tu barrio o en la zona en la que vivas». De lo contrario, sancionarán.