Sevilla
Zoido apuesta todo al 17
«Rien ne va plus». Llegó el «día D» para los candidatos a la Alcaldía, pero sobre para Juan Ignacio Zoido, quien se lo juega todo al número 17, el del concejal que le otorgaría la mayoría absoluta que ya le ha concedido la práctica totalidad de las encuestas y que le permitiría evitar un nuevo pacto PSOE-IU.
Ya ganó en 2007, pero no pudo gobernar, así que es la última oportunidad. Sin término medio. O puerta grande o enfermería. O alcalde o juez. Y, aunque sabe que tiene detrás un importantísimo respaldo, también es consciente de que no le bastará con el apoyo «de los suyos», sino que debe «pescar» fuera de su «target» objetivo. De ahí lo del «voto prestado». La propuesta que hace Zoido es simple: si usted está descontento con la gestión de la ciudad en los últimos años y quiere que ésta cambie, sea cual sea su ideología o el barrio donde viva, «présteme» su voto y no le defraudaré. Populista y demagógico, dirán unos, sincero y llano, afirmarán otros.
Contra esa estrategia, y conocedor de que la «marca PSOE» atraviesa tal vez su peor momento en Sevilla, Juan Espadas ha optado por apelar al corazoncito del socialista de toda la vida. Reconoce –aunque con la boca pequeña– que se han hecho cosas mal, pero casi viene a proclamar aquello tan antiguo de «o yo o el caos». Así, ha utilizado el «que viene la derecha» metiendo en el mismo saco a Aznar, Gallardón, Camps, Becerril, los recortes sociales, la especulación, las privatizaciones y la «agenda oculta». Y luego, en positivo, que cualquier tiempo pasado fue mejor: Felipe González, Alfonso Guerra –que cierra su lista– y Sevilla como gran bastión del socialismo nacional.
Amaga con gobernar en minoría, pero sabe que en el mejor de los casos Zoido se quedará a las puertas de la absoluta y estará obligado a entenderse con Torrijos. Y bien que le está esperando. Ya ha pactado dos veces con el PSOE y su peso en el Gobierno local ha crecido exponencialmente. A esto se le une que con Espadas no tiene tanto «feeling» como con Monteseirín y está molesto porque entiende que le ha menospreciado. Por eso, Torrijos se aferra a mantener sus tres concejales... y esperar.
PSOE. Espadas. «Rescatando» a desencantados
Poco tiempo y todo en contra
Se encontró en el mejor escenario (candidato socialista en Sevilla) en el peor momento posible (eclosión de Zoido, herencia de Monteseirín, crisis, descrédito de la marca PSOE, poco tiempo para darse a conocer...) y se ha afanado en convencer a los votantes desencantados.
IU. Torrijos. Se siente aún más necesario
Mantenerse para volver a pactar
No oculta una sonrisa al imaginar un escenario en el que a Zoido se le escape la mayoría absoluta y el PSOE vuelva a necesitarle para gobernar. Sería el tercer pacto consecutivo y sus condiciones, es lógico, irían a más. Es consciente de que su electorado es escaso pero fiel, aunque los escándalos pueden pasar factura.
PP. Zodio. Promete «un cambio tranquilo»
Con el guión de estos cuatro años
Como vive en una permanente campaña, no ha cambiado su forma de actuar: presencia constante en los barrios, atención a los vecinos y propuestas diarias. Reclama el voto prestado a quienes perdieron la confianza en el PSOE.
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