Palma de Mallorca

Esclavas por las drogas

Es un procedimiento antiguo: se captan chicas menores con drogas para dedicarlas a la prostitución. Es lo que venía ocurriendo en Palma de Mallorca. Jóvenes a las que se les daba polvo blanco o heroína, éxtasis o anfetas, con tal de hacerlas dependientes hasta estar dispuestas a prostituirse para tomar su dosis.

Esclavas por las drogas
Esclavas por las drogaslarazon

La alerta en la isla la dio la muerte de una chica de 16 años en el rellano de su escalera. El fallecimiento se había producido por sobredosis de cocaína. ¿Cuánta cocaína hay que absorber para encontrar la muerte? Debe ser mucha, durante bastante tiempo, al menos si se trata de personas sanas y jóvenes.

Los detenidos, hombres y mujeres, españoles y extranjeros, captaban a las chicas a veces mediante el clásico anzuelo: seductor empedernido que las convencía de la bondad de drogarse. También usaban la falsa solidaridad entre mujeres, siendo las detenidas las que se ganaban la confianza de las niñas.

Las víctimas eran siempre de familias de clase media, gente corriente, que por no sufrir hogares desestructurados a veces se creen a salvo de todo. La chica muerta tenía una forma nueva de vida: manejaba dinero, nuevos amigos y lugares de diversión.

La banda que se dedicaba a la corrupción de menores e inducción a la prostitución estaba formada por seis hombres y dos mujeres, con edades entre los veinte y los sesenta y cinco años.

Actuaron durante meses con gran impunidad. Ahora la Policía se pregunta si la menor fallecida fue asesinada con una sobredosis porque podría estar a punto de contarlo todo. Muchas de las captadas eran colegialas a las que iban a buscar a los colegios o a zonas de ocio. Con sus captores aprendían a consumir, a revender el producto y si era preciso a mantener relaciones sexuales a cambio de dosis.

Las relaciones sexuales que mantenían con las forzadas las grababan para distribuirlas por internet. La Policía incautó una cámara de vídeo y cintas porno. Nadie en la isla recuerda un delito similar, organizado y explotado en todas sus fases. Entre las chicas de las que abusaban los detenidos hay una disminuida psíquica.

Uno de los territorios de investigación ha sido precisamente las «redes sociales» que frecuentaban las jóvenes prostituidas. Dos de los detenidos estaban especializados en engañar a las víctimas, que caían en un estado de dependencia de sus explotadores. De ahí pasaban a la trama de prestaciones sexuales en las que se encontraban perdidas e incapaces de salir.

Aunque la investigación ha durado ya meses, los investigadores están convencidos de que todavía faltan cabecillas por capturar, de esa clase de desconocidos que actúan a distancia ganando dinero sin correr riesgos.

Las chicas liberadas confiesan que no veían otra salida nada más que la muerte y mientras llevaban a cabo una existencia degradada, que empezaba cuando eran empujadas a mantener encuentros de sexo sin preservativo. Normalmente elegían a chicas de alrededor de 16 años que cada vez iban a casa más tarde y más cansadas, tal vez asqueadas.

Los detenidos actuaban en los barrios de Son Cotoner, Son Gotleu y Palmanova. En poder de la banda se encontraron 600 gramos de cocaína, sustancias de corte y 3.000 euros en metálico. Las chicas han aprendido que nadie invita gratis ni sin segunda intención.