La tribuna de invitados del Parlamento andaluz estaba ayer menos concurrida de lo esperado. Entre los asistentes figuraban algunos históricos socialistas: el ex presidente andaluz José Rodríguez de la Borbolla o la consejera de Estado Amparo Rubiales, además del delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, o el diputado nacional Javier Barrero. La secretaria general del Partido Andalucista, Pilar González, parlamentaria en la última legislatura y que quedó apeada de la Cámara al quedarse su grupo sin representación, también quiso estar presente en el que, « a priori», era el debate más importante del año. Por el Partido Popular, siguieron el discurso «in situ» el diputado nacional y vicesecretario general de esta formación en Andalucía, Ricardo Tarno, o la nueva portavoz del partido Rosario Soto. Los que no asistieron fueron los máximos responsables de los sindicatos y de la patronal, pese a que Santiago Herrero (CEA), Manuel Pastrana (UGT) y Francisco Carbonero (CC OO) sí estuvieron en la conferencia que pronunció el presidente andaluz el pasado martes en el Club Antares de Sevilla. Bien es cierto que ese día los sindicatos todavía no habían participado en el paro del sector público y no se conocía a fondo la reforma laboral que sitúa a Zapatero a las puertas de la huelga general.