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Bayern Leverkusen

Otro partido otra sorpresa

La Razón
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El Rubin Kazán le amargó la vida al Barcelona la pasada temporada. Ganó en el Camp Nou y empató en su campo. Ayer se repitió la igualada con dos penaltis. Fue la gran sorpresa de la Liga de Campeones. Ayer, lo sorprendente comenzó con que el entrenador ruso dejó en el banquillo a sus teóricos mejores jugadores, Carlos Eduardo y Martins. Mourinho diría que todos tratan de favorecer al Barça. Sin embargo, sin ambos se adelantó en el marcador con el penalti absurdo de Dani Alves que Noboa convirtió en gol. Lo que no puede calificarse ya de sorpresa es el sistema seguido por los rusos para tratar de ganar al equipo catalán.

Al Barça le plantean los partidos al modo que escenificó con fortuna Mourinho con el Inter. El Rubin puso tres centrales, con lo que en defensa había, prácticamente, seis jugadores. Con táctica tan conservadora, lo que buscaba era pillar al Barça al contragolpe. Surtió efecto su sistema y el penalti le dio ventaja. El equipo barcelonés dominó y creó jugadas de peligro.

Tal vez colocar a Mascherano con Busquets era eliminar a un hombre con más tendencia atacante como es Keita. Sin Messi dentro del área hubo menos claridad. Pedro estrelló un remate en el larguero y a Villa le faltó precisión.

La igualada llegó también de penalti, en el que no falló Villa. El Rubin mejoró con al entrada de Martins. El Barça, aunque recurrió a Messi logrado ya el empate, no pudo lograr la victoria. Insistió en jugadas con peligro, pero le volvió a faltar precisión. No hizo su mejor partido.