Barcelona

Un clásico para decidir el Godó

Nadal y Ferrer disputarán su cuarta final en Barcelona

Un clásico para decidir el Godó
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La única derrota de Rafa Nadal en el Godó llegó antes de que cumpliera la mayoría de edad. Fue en abril de 2003, tenía 17 años, era el número 17 del mundo y su verdugo fue Álex Corretja, el actual capitán de la Davis. Desde entonces ha disputado 33 partidos y los ha ganado todos. El saldo son seis títulos. El «encargado» de evitar el séptimo es David Ferrer. La de hoy (16:00, Tdp) será la cuarta final entre ambos después de deshacerse de Verdasco (6-0 y 6-4) y Raonic (7-6 y 7-6), respectivamente.
Verdasco fue la última víctima de Rafa en el Godó. Su primer set ha sido el más completo desde que arrancó la temporada en tierra batida. Rozó la perfección, cedió 10 puntos y su tenis, que se tradujo en un rosco de salida, no se había visto en Montecarlo ni durante toda la semana en Barcelona. «Fer» trató de consolarse muy a su manera: «Le he hecho los mismos juegos que Djokovic en Montecarlo». Luego reflexionó: «Rafa empieza tan fuerte que no te deja jugar». Y terminó dando un consejo a Ferrer: «Que salga a disfrutar, que juegue suelto, que luche y lo intente todo, porque no tiene nada que perder. Que plantee un partido duro y le intente coger el revés a Rafa, algo que todos intentan pero casi ninguno consigue».
Ferrer ha demostrado en Barcelona que el hombro no le molesta. Los problemas físicos que le impidieron ir más allá del estreno en Montecarlo son pasado. En las dos últimas rondas en Barcelona, ante Feliciano y Raonic, ha tenido partidos muy exigentes. Ante dos grandes sacadores, dos jugadores muy agresivos, «Ferru» ha sabido ser paciente y se ha pasado más de cuatro horas en la pista. «Iré con más ambición que las últimas veces, aunque enfrente va a estar el mejor jugador de la historia en tierra. Soñar es fácil y gratis».
Los precedentes son crueles para Ferrer. No sabe lo que es ganar a Nadal en tierra batida desde hace ocho años y las cuatro veces que se han medido en Barcelona han terminado con derrota para él. «David sería el rival con el que menos me dolería perder, porque ha estado cerca de ganar seis veces, con dos semifinales y cuatro finales, y se lo merece», asegura Nadal sobre su amigo.