
Paraguay
«Sí sí sí la final ya está aquí»
Durante las dos horas que duró el partido más emocionante de la selección el tráfico se redujo a la mitad. Sin embargo, cuando el árbitro pitó el final del partido, las calles volvieron a ser un hervidero, aunque esta vez de «devotos» de «La Roja».

Miles de personas se echaron a la calle para celebrar el gol de Puyol y para descargar adrenalina. Toda la tensión contenida durante el encuentro se liberó toreando a los pocos coches que circulaban, coreando el famoso «¡A por ellos!» o el «Sí, sí, sí, la final ya está aquí!» e incluso con baños en las pocas fuentes que el Ayuntamiento no había «blindado». La marea roja comenzó en el Bernabéu. La «Fan Zone» volvió a ser el punto de encuentro de cientos de seguidores de «La Roja» y sólo unos minutos después de las 22:30, miles de personas comenzaban a tomar la Castellana. Como ya sucedió en la final de la Eurocopa de hace dos años, en la que la Selección se declaró ganadora, Madrid se convirtió en el corazón de la celebración del triunfo de «La Roja». Pero no sólo las miles de personas que acudieron a la Castellana anoche celebraron la victoria española. Griterío en bares, petardos de celebración en los balcones y coches pitando con la bandera española ondeando por la ventanilla fueron la tónica general de la ciudad a partir del pitido final. «Y esto es sólo la semifinal. Cómo ganemos el Mundial no se qué va a pasar en Madrid...», comentaba una señora algo asustada ante tanto ruido. Pero el día era histórico y todo valía. Y si a alguien le molestaba el escándalo que los madrileños, las caras de una alegría que nunca se había vivido, lo perdonaban todo. «Cómo no íbamos a ganar a Alemania», comentaba un grupo de amigos a «toro pasado». «Y el domingo, a los holandeses, ¡nos los vamos a comer!», pronosticaban comenzando ya la ronda de apuestas. Todos dando la victoria a España, por supuesto, pero tirando a lo bajo: «Yo creo que el 1-0 nos están dando suerte. Así hemos ganado a Paraguay y a Alemania». «Auf Wiedersehen»Caras largas en cada cervecería alemana de Madrid. No estaban para bromas los seguidores de la Selección alemana, aunque que el gol que les dejó fuera de la final del Mundial, tardó bastante en llegar. Locales como «Fast» o «Goethe», con comida germana, comenzaron a llenarse de seguidores de la escuadra alemana desde primera hora de la tarde. La cerveza, como no podía ser de otra forma, fue su bebida. Lo mejor para vivir una semifinal en un país extranjero es seguirlo junto a compatriotas. Lo malo es que no tuvieron mucho que celebrar. Tras el gol de Puyol, confesaron que, ya que no iban a ganar el Mundial, preferían que lo hiciese España frente a Holanda, sus vecinos rivales. Buena forma de tomarse la derrota con deportividad. «¡Auf Wiedersehen!» (adiós) Alemania.
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