
Buenos Aires
La guerra del narco pasa factura en México
Con el ambiente enturbiado por tensiones políticas y la violencia del crimen organizado, México decidió ayer «resucitar» al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y «enterrar» en las urnas al presidente Felipe Calderón. Casi la mitad de los estados mexicanos votaron para elegir gobernadores, legislaturas y alcaldías, en unos comicios considerados como un plebiscito a la gestión de Calderón y un claro termómetro electoral de cara a las presidenciales.

Con el ambiente enturbiado por tensiones políticas y la violencia del crimen organizado, México decidió ayer «resucitar» al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y «enterrar» en las urnas al presidente Felipe Calderón. Casi la mitad de los estados mexicanos votaron para elegir gobernadores, legislaturas y alcaldías, en unos comicios considerados como un plebiscito a la gestión de Calderón y un claro termómetro electoral de cara a las presidenciales.Las campañas locales se vieron marcadas por acusaciones del uso de recursos públicos a favor de algún partido y el temor de que no hay garantías: se registró el primer asesinato en la historia reciente de un candidato favorito a alzarse con el triunfo de un gobierno estatal, presumiblemente a manos del crimen organizado.Se trató de una jornada en la que el PRI buscó alzarse con la mayoría de los triunfos y dotarse de más oxígeno para intentar recuperar en 2012 la Presidencia que perdió al inicio del siglo por primera vez en siete décadas.Salvo en algunos estados como Oaxaca (sur) y Puebla (centro), donde las encuestas dan posibilidades a los candidatos del PAN, el PRI aparece como favorito en la mayoría de los Estados que acudieron a las urnas, incluido Tamaulipas, donde el lunes su candidato Rodolfo Torre Cantú fue emboscado y asesinado.El Gobierno federal y los partidos políticos convocaron a los ciudadanos a votar como una forma de enviar el mensaje de que no serán doblegados por la delincuencia organizada. Hay que «demostrar que los votos serán más potentes que las balas», afirmó el secretario de Gobernación (ministro del interior) Fernando Gómez Mont.El secretario del Gobierno federal dijo que pese al entorno de violencia esperan una jornada electoral «con tranquilidad y estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para que así sea».El mismo presidente Calderón reconoció que el atentado contra Torre Cantú señala que los cárteles tratan de controlar las elecciones. Tras depositar su voto, el mandatario instó a los mexicano a «votar y demostrar que no los pueden intimidar», pero muchos mexicanos tienen miedo de votar y otros se preguntan si vale la pena hacerlo si los narcos parecen controlarlo todo. De hecho, otro de los grandes retos en estas elecciones es vencer el abstencionismo.Por otro lado, el oficialismo recuerda que las posibilidades de que el PRI recupere la Presidencia en 2012 aumentarían la incertidumbre sobre el futuro de la guerra contra el narco, apoyada por millones de dólares del Gobierno estadounidense, que ha significado un aumento en el número de sospechosos extraditados a Estados Unidos para ser procesados por su presunta participación con los cárteles. Durante mucho tiempo las balas parecieron rebotar en la residencia oficial de Los Pinos sin mermar la popularidad de Felipe Calderón. Su discurso de mano dura pareció calar entre los mexicanos, que vieron la masacre como «una limpieza necesaria» de delincuentes. Sin embargo, el reguero de sangre se extiende sin resultados y los mexicanos empiezan a perder la paciencia.Desde la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República, el incremento de la violencia que se ha vivido en México se ha cobrado la vida de 23.000 personas. La multiplicación de los crímenes se traduce también en graves pérdidas económicas y, según el último informe de la Fundación para la Paz, México está en la antesala de ser declarado un estado fallido. Pero si por vez primera los cárteles están siendo perseguidos de forma real, no simulada (como se sostiene que sucedió en el pasado), el Estado apenas comienza a construir una estrategia, con todas las dificultades políticas que ello implica.Siete muertos tiñen de sangre las eleccionesChihuahua empezó la jornada electoral con un macabro panorama: cuatro cuerpos, todavía sin identificar, colgados en tres puentes de distintos puntos cardinales de la ciudad. Horas después, el director y el subdirector de la Policía Municipal de Actopan, ciudad del estado central de Hidalgo, fueron ejecutados por un grupo de sicarios de la banda de Los Zetas, según el diario «La Jornada». El último muerto del día fue un líder indígena vinculado al PRD, quien fue acribillado en Tenejapa, Chiapas. Otras Al cierre de esta edición, la Procuraduría de Justicia estatal informó de las detenciones de 30 personas con artefactos incendiarios en Veracruz.
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