Castilla y León

Los estudiantes boicotean un acto para quejarse en la Universidad de Valladolid

El rector suspende la inauguración de la nueva Facultad de Ciencias, el aulario y la biblioteca ante las constantes interrupciones de los alumnos

Momento en el que el rector Marcos Sacristán, en la imagen dando la mano al consejero Juan José Mateos, decide suspender el acto
Momento en el que el rector Marcos Sacristán, en la imagen dando la mano al consejero Juan José Mateos, decide suspender el actolarazon

Valladolid- Esperpento en la Universidad de Valladolid (UVa). Apenas medio centenar de estudiantes y algunos profesores y personal universitario provocaron, a base de cánticos, gritos y pitos, la suspensión de la inauguración de la nueva Facultad de Ciencias, el Aulario y la Biblioteca del Campus ‘Miguel Delibes'. Primero, al retrasar la apertura del acto quince minutos y, posteriormente, al interrumpir constantemente a las dos personas que llegaron a intervenir en el atril y que apenas pudieron articular tres palabras seguidas.

El caso es que no eran muchos los estudiantes ‘hostiles', pero sí muy ruidosos y tenaces. Objetivo: Mostrar su indignación contra el Gobierno por los recortes y la subida de las tasas, pero también su enfado porque dicen que no les escuchan. E incluso denunciar «el mal estado» de las infraestructuras que se iban a inaugurar ayer. «Somos estudiantes y no mercancía»; «El hijo del obrero no puede estudiar, qué casualidad, qué casualidad...»; o «Profesores y estudiantes uniros y adelante», fueron algunos de los cánticos que se escucharon en el interior de la Facultad, acompañados de pancartas en las que se leían frases como: «Menos especular y más gestionar»; Mucha corbata y muy poca vergüenza»; «Universidad pública y de calidad»; o «Si el Gobierno no escucha los estudiantes se rebelan». Pancarta ésta última que los estudiantes colocaron justo delante de la mesa presidencial, momento en el que el rector decidió poner punto y final al acto, diez minutos después de su inicio, «por la paz y la dignidad de la Universidad». Los estudiantes se salieron con la suya y aunque la protesta fue pacífica y la sangre no llegó al río, no faltaron momentos de tensión. Como cuando los alumnos llamaron corruptos, sinvergüenzas y ladrones a las autoridades presentes en el acto, entre ellas el consejero de Educación, Juan José Mateos, el subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, y el alcalde Javier León de la Riva. O tras suspenderse la inauguración, cuando un estudiante llegó a enzarzarse con una persona que asistía al acto y que les increpó por su actitud boicoteadora.

Antes, el rector trató de apaciguar los ánimos y ofreció a los estudiantes la posibilidad de que un representante de ellos subiera a la mesa presidencial para dialogar. Algo que no se produjo. Si bien, los universitarios sí que consiguieron que Sacristán se comprometiera a reunirse este lunes con ellos. Un encuentro que está por ver si se llevará a cabo, ya que aunque el rector dijo que mantendría su palabra, no escondió su malestar «por unos hechos injustificados» y porque condicionó esa reunión a que los estudiantes cesaran en su actitud para que el acto prosiguiera. Lo que tampoco se produjo.

Remar todos juntos
El consejero lamentó el ambiente tan complicado «que no facilita en nada que se puedan hacer las cosas mejor». Y pidió a la sociedad remar todos juntos en la misma dirección para salir de la crisis. Aunque reconoció los problemas existentes, insistió en que la mejor defensa de una Educación pública y de calidad pasa por el desarrollo de una política «que ha permitido tener hoy una serie de centros universitarios como nunca antes se había conocido».