Literatura

Sevilla

Lorca recuerda a sus fallecidos

Los familiares de las víctimas de los terremotos llenan de sentimiento la eucarística en memoria de sus seres queridos

Lorca recuerda a sus fallecidos
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Lorca- Han pasado 365 días desde que la tierra trajera el caos a Lorca y rompiera la normalidad de una localidad que pugna en la actualidad por recuperar su esplendor, una belleza que las entrañas de la tierra zarandearon a su antojo plagando el terror y la incógnita. Ayer se celebró el primer aniversario desde que se produjeron los terremotos y los protagonistas fueron los nueve fallecidos a los que los familiares no han olvidado porque es imposible que caiga en el olvido un familiar, amigo, vecino o conocido que se levantó un día sin saber que sería la última vez que vería la luz del sol.
Los actos de homenaje comenzaron con el reconocimiento a la labor que desarrollaron los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) durante las jornadas posteriores al terremoto. El teniente general responsable de este destacamento del ejército español, José Emilio Roldán, recibió de manos del consejero de Presidencia, Manuel Campos, y el alcalde de Lorca, Francisco Jódar, la bandera de España que ondeaba en el Ayuntamiento lorquino el día que se produjeron los seísmos. El propio Roldán aseguró que la actuación de este cuerpo tras los terremotos de la ciudad murciana de Lorca del 11 de mayo de 2011 supuso para sus miembros «un antes y un después». Tras recoger de manos del alcalde Jódar, la bandera de España que ondeaba en el balcón del Ayuntamiento el día de los seísmos, Roldán agradeció el gesto a la población lorquina en nombre de su unidad en el primer acto protocolario del día del primer aniversario de los temblores. «No sé si este reconocimiento es merecido, pero sí tremendamente agradecido, pues durante cinco meses y medio hemos vivido con vosotros, desde el fatídico 11 de mayo al 30 de octubre», cuando fue desmantelado el campamento que acogía a los últimos damnificados sin hogar en el polideportivo municipal de La Torrecilla. De los 650 miembros de las fuerzas armadas españolas que participaron en las tareas de montaje de campamentos de acogida, zapa, desescombro, atención médica, avituallamiento, cocina, comunicaciones, ingeniería, reconstrucción y apoyo logístico en general, 350 son de la UME, que trajo a la ciudad 200 vehículos. Llegados desde sus bases de Bétera (Valencia), Torrejón de Ardoz (Madrid) y Morón de la Frontera (Sevilla), sus hombres y mujeres compartieron con la población de la ciudad devastada «angustias y preocupaciones, pero también esperanzas e ilusiones», dijo Roldán.
En su opinión, «los ejércitos tienen su mayor recompensa en el reconocimiento de la sociedad a la que sirven», y hoy (por ayer) es un día en el que se sienten «auténticamente recompensados», por lo que, en agradecimiento a la gente de Lorca, entregó a Jódar una boina color mostaza del uniforme oficial de la UME.
«Hemos creado con vosotros lazos difíciles de olvidar. Os llevamos en el corazón. Siempre estaremos a vuestro lado. Os deseamos lo mejor para el futuro por vuestro comportamiento ejemplar. Mucha suerte y que Dios os acompañe», apuntó. Terminado el acto, comentó que el día de su llegada a Lorca, sobre las 10 de la mañana del día 12, pensaba que el seísmo había afectado fuertemente solo a una o varias partes de la ciudad, sobre todo al barrio de La Viña, el más dañado, como sabía, pero se encontró con un panorama «aterrador» por toda la vasta ciudad.
Por su parte, Jódar dijo que recuerda «con especial emoción la amabilidad y la ternura con que los miembros de la UME trataban a la gente acogida en el campamento», que se había quedado sin casa adonde ir, sobre todo inmigrantes latinoamericanos, magrebíes y subsaharianos, que suponen sobre el 20 por ciento de la población de Lorca. Para el alcalde, «la potencia del despliegue de medios humanos y materiales repartidos por la UME en las calles de la ciudad dio seguridad y consuelo a la gente», sobre todo durante los momentos más difíciles de esos días trágicos que sucedieron a «esa tarde maldita», durante los que sus miembros «se desvivieron por Lorca». Jódar recordó también a otro cuerpo del ejército «que históricamente estuvo afincado en Lorca, el regimiento Mallorca 13, y su actitud ejemplar por Lorca ante las riadas que sacudieron a esta ciudad en 1973». Por otra parte, entre los civiles presentes en el acto destacaba la discreta presencia del director deportivo del Real Madrid, Emilio Butragueño, que en nombre de su club ha venido apoyando a Lorca desde que tembló su tierra con la donación de 500.000 euros, entre otras iniciativas y premios solidarios. Además, el obispo de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, invocó a Jesucristo en el funeral por las víctimas de los terremotos de Lorca para que «en medio de esta situación de crisis económica y de otros valores ilumine a nuestras autoridades y las ayude a encontrar las fórmulas más adecuadas» para solucionar pronto los problemas «de los hombres de la calle». Con un calor sofocante en la plaza de España, cerca de un millar de personas guardaron dos minutos de silencio por las nueve víctimas de la tragedia del 11 de mayo, tras una misa en su memoria celebrada en dicha plaza, con la asistencia en nombre del Gobierno del ministro de Industria, José Manuel Soria, y del presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, entre otras autoridades. Soria expresó, al término del acto, su deseo de que la población de Lorca «siga con la entereza que ha mostrado hasta ahora dando una lección al resto de los españoles», y confió en que «más pronto que tarde la normalidad vuelva a esta maravillosa ciudad». Con el recuerdo al dolor y sufrimiento vividos en los primeros días, y al apoyo recibido en los siguientes, el obispo de Cartagena inició una emotiva homilía.


Valcárcel dice que es un problema de Estado
El presidente de la Región, Ramón Luis Valcárcel, recordó ayer a las víctimas y declaró que lo ocurrido en Lorca «fue una catástrofe de una magnitud no conocida en ningún momento de la historia de España, al menos en la reciente, del siglo XX y probablemente del XIX». Asimismo, afirmó que el Gobierno regional no ha mentido «en ningún caso» con este tema, «hemos dicho en todo momento que esto es un problema de Estado y así lo hemos reclamado al Gobierno de España de uno y otro signo».