PSOE

Zapatero se cuadra ante Gómez: «El que gana es el mejor»

Si alguien pensó que Zapatero callaría toda la semana sobre el resultado de las primarias en Madrid, erró. No es de los que acostumbra a meter la cabeza bajo el ala ni siquiera cuando la situación le es adversa. Es de los que se crecen ante las adversidades y se reinventan después de las caídas más sonadas

Zapatero se cuadra ante Gómez: «El que gana es el mejor»
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Es difícil sostener que Zapatero está hundido o fallecido porque tantas veces como se le ha «matado», ha resucitado y, a juzgar por los silencios, los comentarios y las llamadas que ha cruzado con sus colaboradores en estas últimas 72 horas, en breve asistiremos al nuevo resurgir del ave Fénix del socialismo. Su fortaleza interna está tocada. De eso no hay duda, pero tampoco de que ya anda pergueñando cómo salir del revolcón que le ha propinado la militancia madrileña. Parece dispuesto a torcer los renglones escritos sobre el «postzapaterismo».

De momento, ayer sabía del interés de los medios de comunicación por su valoración de la victoria de Tomás Gómez frente a Trinidad Jiménez y, lejos de salir por los pasillos del Senado a la carrera cuando terminó la sesión de control al Gobierno, convocó allí a los periodistas para que «dispararan» a bocajarro. ¿Respuesta? « Eran dos muy buenos candidatos, pero quien gana es el mejor. Quien gana se lo merece y Tomás Gómez sabe que va a tener a todo el partido como una piña». El presidente se cuadraba así ante el ganador. Y ya hay quien da por seguro un encuentro entre ambos cuando se recupere la normalidad.

Ayer, además de ponerse a disposición de Gómez, valoró «el ejemplo de democracia interna» y dijo que Gómez está en las mejores condiciones para provocar un cambio en Madrid «porque ha hecho buena campaña y se ha merecido ganar». Y es que, agregó, «la fuerza que te dan los militantes es imparable». Lo dejó ahí y no quiso entrar en valoraciones sobre su fortaleza o debilidad, aunque sí pareció que al admitir su apoyo a «Trini» reconocía implícitamente su error : «No podemos tener siempre razón».