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El (pre)estreno de Hollande en Europa

Van Rompuy se reúne con él para evitar que vaya contra el pacto fiscal

El (pre)estreno de Hollande en Europa
El (pre)estreno de Hollande en Europalarazon

PARÍS/BRUSELAS-Aún no ha sido investido presidente pero François Hollande ya estrenó ayer agenda europea. Aunque, oficialmente, el encuentro con el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, era sólo una toma de contacto «para intercambiar puntos de vista» en la que, según el responsable de la campaña, el socialista Pierre Moscovici, «no hay que ver signos de urgencia ni intenciones políticas que no existen. No son consultas porque hasta la semana que viene son los equipos de Nicolas Sarkozy los que gestionan los asuntos corrientes del país», señaló.

Pero si ayer Van Rompuy solicitó ver a Hollande, y hoy será el turno del luxemburgués Jean-Claude Junker, presidente del Eurogrupo, es porque la situación es apremiante. No sólo por la amenaza griega y el riesgo de inestabilidad en la eurozona sino porque la férrea voluntad del recién elegido presidente francés de renegociar el pacto presupuestario y completarlo con un capítulo de estímulos al crecimiento y el empleo, inquieta en Bruselas. De lo contrario, el socialista asegura que Francia no lo ratificará en su Parlamento en el estado actual.

Un encuentro «constructivo»
Un primer encuentro «constructivo», según Moscovici, aunque sin declaraciones, y en el que se abordaron todas las dimensiones de la política común. En las últimas semanas, y ante la perspectiva de la elección de Hollande a la presidencia de Francia, numerosas voces en Europa se han pronunciado por una flexibilización de la austeridad y la necesidad de un pacto de crecimiento, incluso la canciller alemana Angela Merkel, pero han rechazado una renegociación. «Lo que parece claro es que hay necesidad de definir juntos una agenda y estrategia sobre crecimiento y ésa es la voluntad de todos, aunque las vías para llegar sean diferentes», resumió Moscovici, finalizada la reunión. Van Rompuy se dirigió a continuación al Elíseo para despedirse del presidente saliente Nicolas Sarkozy, con quien ha trabajado conjuntamente durante estos años.

De hecho, los caminos son totalmente divergentes entre Hollande y Merkel, contraria a un estímulo del crecimiento mediante el consumo. Esta opción intervencionista es la que propugna el socialista, partidario de la creación de «projects bonds» o «eurobonos», para lanzar proyectos de obras de infraestructuras; de la recapitalización del Banco Europeo de Inversión (BEI) en 10.000 millones de euros; de la reasignación de los fondos europeos, así como la implementación de una tasa a las transacciones financieras. Propuestas que su equipo económico está detallando en un memorando que prevé más de 200.000 millones de euros de inversiones para estimular la actividad y el crecimiento económicos que presentará a la canciller alemana en su primera cita del 16 de mayo y llevará a la cumbre informal del 23.

Según informaron fuentes comunitarias, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, intentó durante su encuentro con Hollande en París convencerle de que «no abra el melón» del pacto fiscal, a cambio de introducir en la agenda europea un plan para el crecimiento. El político belga no quiere deshacer lo conseguido hasta ahora en cuanto a control presupuestario, sobre todo porque ello incrementaría las dudas de los mercados. En cambio, ve con buenos ojos pisar el acelerador sobre las medidas que hay sobre la mesa que pueden estimular el crecimiento, tales como los denominados «bonos de proyecto» para financiar infraestructuras de carácter europeo, la tasa sobre las transacciones financieras, el incremento del capital del Banco Europeo de Inversiones y todo aquello que mejore el funcionamiento del mercado interior.

En este sentido, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, insistió ayer en que la búsqueda de medidas específicas para promover el crecimiento económico no debe frenar el esfuerzo de consolidación fiscal de algunos países. «Un país no puede tener un crecimiento sostenible y crear empleo... si su deuda pública está fuera de control», afirmó en un discurso ante una conferencia sobre la UE que se celebra en Florencia.Barroso recalcó que si bien la «solidaridad y responsabilidad» en la Unión Europea son «dos caras de una misma moneda», los países en dificultades «no pueden asumirlo como un derecho, sino emprender un esfuerzo de reforma». En cualquier caso, la visita de Van Rompuy dejó patente el momento de incertidumbre que atraviesa la UE tras la victoria de Hollande en las presidenciales de Francia.

 

La izquierda tira la toalla en Grecia
El líder de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), Alexis Tsipras, renunció al encargo de formar gobierno en Grecia ante la imposibilidad de sumar una coalición de partidos contrarios al plan de rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional. El fracaso de Tsipras –segunda fuerza política más votada con 52 diputados– se suma al de la formación más votada, Nueva Democracia, cuyo líder, Antonis Samaras, fue el primer político señalado por el presidente del país para tratar de acordar una Administración. Tanto Syriza como Dimar (centroizquierda) se niegan a apoyar a los partidos tradicionales (ND y Pasok) si éstos no renuncian al memorándum de austeridad de Bruselas.