Estados Unidos

Jean Daniel el oficio perdido

Jean Daniel es uno de los maestros de un oficio, el periodismo, que muy pronto se quedará sin ellos.

Jean Daniel, el oficio perdido
Jean Daniel, el oficio perdidolarazon

En un mundo repartido entre los números y los intereses , leer/escuchar esta biografía relatada deja un poso de nostalgia. Habla de una sociedad donde las convicciones contaban, la cultura significaba rebeldía y las ideas servían para impulsar publicaciones, revistas y seminarios. Atalayas públicas para defender, desde la discusión y el debate, unos valores que hasta hace poco parecían importantes para casi todos. El fundador de «Le Nouvel Observateur» habla de la ética y el compromiso de una profesión hoy herida, de su controvertida relación con el poder y la dificultad de mantener en ocasiones un acertado equilibrio entre la deontología, la amistad y el deber.

Si André Schiffrin en «El control de la palabra» (Anagrama) constataba los riesgos que afronta la prensa escrita en Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, Jean Daniel da testimonio de una atmósfera que, con sus inconvenientes, parece ya un paraíso perdido. Las polémicas venían marcadas por los comentarios de autoridades como Paul Sartre, André Gide, André Malraux o Michel Foucault. Se les puede sacar tachas, pero basta comparar su talla con la de los tertulianos que agitan hoy las aguas de la «res publica». El Gobierno permanecía bajo la égida de hombres equivocados o no, pero con eso que los franceses denominan «grandeur», como es el caso de Charles de Gaulle, Pierre Mendès France o el polémico François Miterrand con sus claroscuros. Un periodista, para codearse a su altura, denunciar sus desaciertos o apuntalar el desgaste de la responsabilidad y las decisiones, debía manejar con la soltura de un intelectual las diferentes aristas de las humanidades y la política. Ser, en definitiva, una persona capaz de disputar la palabra al propio Albert Camus, aunque arrastre la sombra de ese enfrentamiento en su conciencia durante el resto de su vida, como es el caso de Jean Daniel, el padrino del que se ha venido a llamar «periodismo intelectual». Esta autobiografía ofrece un retablo vital de recuerdos, admiraciones y arrepentimientos. La confesión vital, tamizada por los años, decantada por la reflexión, de un editorialista que fue testigo de una época en que la insubordinación era pensar.


«Ese extraño que se me parece»
Jean Daniel
Galaxia Gutenberg
223 páginas. 26,65 euros