Estreno

Diario de un hombre lobo en Sitges: El día de los perros verdes: Apichatpong y el hermano de Fraser

Con un título como "El tío Boonmee que puede recordar sus vidas pasadas"cualquier cosa es posible, el cielo o el infierno, la gloria cinematográfica o la basura más pretenciosa.

Fotograma de la película «The perfect host»
Fotograma de la película «The perfect host»larazon

En Cannes, donde le dieron la Palma de Oro, ya dejaron claro que la nueva película del tailandés Apichatpong Weerasethakul (por Sitges ya se habla de una "apichapongada"para describir este nuevo e inclasificable género) era cine con mayúsculas. Raro como un perro verde, sí. Pero cine personal y con vida propia. Desde luego, la etiqueta comercial no le encaja en la solapa a esta criatura que es sin duda fantástica pero a la vez retrato rural calmado y lleno de emoción. Historia de fantasmas familiares inofensivos que se quedan a cenar, de misteriosos hombres-mono de pelo negro y ojos carmesí en la noche, la cinta de Apichatpong habla de la transmigración de las almas, esa creencia budista, sin entonar teoría religiosa alguna, sino como un cuento: el tío Boonmee, que no es tan mayor pero tiene el riñón hecho polvo, se está muriendo, y su suegra irá a hacerle compañía mientras los espíritus cercanos deciden hacer acto de presencia. Más interesado en el relato y en la fotografía, en la pausa contenida de las respiraciones cotidianas de sus personajes, Apichatpong es una rara avis en este festival y su cinta, tan incomprensible por momentos como magnética, demuestra que "película de género"en realidad no significa nada.

Antes de quedarnos pegados a los paisajes nocturnos de la Tailandia rural, en el Auditorio pusieron una película americana increíble. Se titula "Let me in", o sea, "Déjame entrar", y va de un chaval de once años que se hace amigo de una pequeña y sedienta vampiresa que llega junto a su "esclavo", el que le hace el trabajo sucio, a la pequeña ciudad nevada en la que vive. Y entre los dos críos, humano y vampiresa, surge una relación muy especial. Ya, ya, lo sé, todo esto que cuento recuerda mucho a una película sueca, basada en la novela de John Ajvide Lindqvist. Y era una gran película. No es casualidad: dos años después de aquella sorprendente historia, Hollywood ataca con el "remake", firmado por Matt Reeves (el director de "Monstruoso"). Y resulta realmente sorprendente también. Quiero decir que es sorprendente que el señor Reeves, o los estudios que han soltado los dólares, no se hayan molestado en cambiar ni una coma de la versión original. El filme, salvo por los rostros nuevos, todos americanos, y por algún mínimo giro argumental -la escena del asesinato frustrado de un chaval-, es idéntico, casi fotograma a fotograma, a la película de Tomas Alfredson. Hombre, mala no le podía salir... Pero vergüenza, poquita.

Me despido del festival con un último pase -mañana se falla el palmarés- al que voy poco convencido, "The perfect host". Un buen puñado de risas después me alegro de haberme animado: nada como una sana ración de humor negro, un personaje carismático y un guión inteligente para hacer una peli buena, bonita y barata. Sin contar mucho, que la historia del guionista y director Nick Tomnay es fácilmente "spoileable"si uno peca de bocazas, digamos que un ladrón de bancos va a dar en su huida a una mansión de la zona rica, donde el anfitrión, con el rostro cómico de David Hyde Pierce, el eterno hermano de Fraser el la televisión, le dará más de un disgusto con una personalidad peculiar y unas extrañas aficiones. Un thriller con muy mala leche y una especie de "serial killer movie"(créanme, sigo sin reventar nada del argumento) que sorprende en todo momento, lo cual no es poco decir.

En fin, digo "adeu"a Sitges. Han sido diez días de mucho cine, algunos monstruos memorables, sangre a raudale, espíritus malignos, exorcismos de calidad, presencias inexplicables (en la programación, me refiero) y detalles que podrían arreglarse en el funcionamiento del certamen. Pero en fin, esto lleva ya 43 años en pie, debe de ser que funciona. Tratemos de quedarnos con lo bueno. Con películas como "Monsters", "The last exorcism", "Kaboom", "Fase 7", "Rare exports: a Christmas Tale", "Super"y "A Woman, a Gun and a Noodle Soup". Con eso, y con contemplar el mar cada amanecer desde el hotel gracias a los madrugones... siempre que no hubiera luna llena. Hasta la próxima.