Bruselas

Sarkozy: «Si el euro explota explota Europa»

Nicolas Sarkozy, junto a Angela Merkel y Barack Obama, en la cumbre
Nicolas Sarkozy, junto a Angela Merkel y Barack Obama, en la cumbrelarazon

Cannes-Con el caos político griego de telón de fondo se abrió ayer en Cannes una cumbre del G-20 casi con menú único: la sostenibilidad del euro y la crisis de deuda en el entorno de la moneda única. Una prioridad para poder abordar el relanzamiento de la economía mundial, uno de los objetivos de este encuentro, manifestó ayer el presidente estadounidense, Barack Obama, ávido, como su homólogo chino, Hu Jintao, por conocer los detalles y el futuro del plan global europeo de rescate aprobado en Bruselas el pasado día 26, cuestionado posteriormente por Grecia y esencial para disipar la desconfianza respecto a la solvencia de la eurozona.

Tras el ultimátum
El ultimátum lanzado la víspera por Nicolas Sarkozy y Angela Merkel al Gobierno heleno parece haber alejado la sombra del referéndum. Un mensaje de firmeza que ayer justificó el presidente galo, que se entregó a una encendida defensa de la moneda europea. «El euro es el corazón de Europa, y Europa, el corazón de la política francesa. No podemos aceptar la explosión del euro porque significaría la explosión de Europa» dijo en un tono grave el mandatario reconociendo que la crisis actual es la más importante que se ha vivido en el viejo continente.

En «perfecta sintonía» con la canciller alemana, Sarkozy recalcó que la zona euro debe enviar al mundo «un mensaje de credibilidad» tras la tormenta desatada por el primer ministro griego, Yorgos Papandréu. «Cuando tomamos una decisión, ésta ha de ser aplicada; cuando se fija una regla, ha de ser respetada y esto en el plazo más breve y de la manera más firme» advirtió el dirigente francés que recordó que «la solidaridad europea implica cumplir un mínimo de reglas comunes».

Durante una reunión previa de los países del G-20 de miembros de la eurozona, en la que participó el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el binomio franco-alemán liderado por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy explicó su voluntad de acelerar la puesta en marcha del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FESF), dotado con un billón de euros, para evitar el contagio de la crisis de deuda a otros países como Italia o España.
En este sentido, el G-20 examinó ayer la creación de un cortafuegos para evitar que la crisis de deuda de la eurozona no impida a esos dos países refinanciarse en los mercados. Asimismo, las economías más ricas del planeta alcazaron un consenso en cuanto a la ampliación de las capacidades del Fondo Monetario Internacional (FMI), además de la implementación de un nuevo instrumento de crédito a corto plazo para auxiliar a los países víctimas de «choques exógenos».

Ante el riesgo de contagio de la crisis griega a Italia, Sarkozy mostró su «confianza» en la solidez de la economía italiana, además de «un gran interés» por el plan de medidas de Berlusconi para la próxima semana. Sin embargo, más que en el contenido la cuestión reside en saber según el presidente francés si se va a poner en marcha, aludiendo sin nombrarlo al precedente griego.