Murcia

Cien mil euros el precio por no molestar a los musulmanes

La discoteca «La Meca» cambia su nombre por «La Isla» y convertirá el minarete en un faro marítimo

Los representantes de las comunidades musulmanas, Benjelloun y Reda, junto a dos de los propietarios de la discoteca, Hernández y Morata
Los representantes de las comunidades musulmanas, Benjelloun y Reda, junto a dos de los propietarios de la discoteca, Hernández y Moratalarazon

MURCIA- Los propietarios de la discoteca «La Meca» de Águilas se han visto obligados a cambiar la nomenclatura del local por el de «La Isla», así como a sustituir diversos adornos arquitectónicos, ante el malestar que ha provocado en la comunidad musulmana el parecido del lugar al de una mezquita.

Tras varios días de incertidumbre por las amenazas recibidas en la página web del local, tales como «estáis usando en vano un templo sagrado», «arderéis en el infierno» y «esto será la guerra del Islam contra España», uno de los propietarios, Pedro Morata, dio ayer a conocer los cambios que se van a realizar en la discoteca para «evitar males mayores» con los radicales islámicos y que supondrán un coste cercano a los 100.000 euros.

Morata, acompañado por el secretario de la Unión de Comunidades Islámicas de Murcia, Mohamed Reda, y por el vicepresidente de la Federación Islámica en la Región de Murcia, Mounir Benjelloun, subrayó que los dueños de la discoteca han llegado a sentirse abandonados y solos. «Ningún representante del Ministerio de Interior, Exterior o Defensa se ha puesto en contacto con nosotros, ni siquiera la Delegación del Gobierno. Nadie nos ha ofrecido su mano para aconsejarnos, lo hemos tenido que decidir cinco empresarios, cinco ciudadanos en absoluta soledad, guiándonos por un solo espíritu, poner fin a un problema que se nos ha presentado y que por momentos parecía que se estaba convirtiendo en un problema de Estado».

En este sentido, el propietario de la discoteca aguileña aseveró que «como español y empresario me he quedado sorprendido de la soledad que nos ha acompañado en un tema de esta envergadura».

Para Pedro Morata, con las transformaciones se acaba la polémica. «Hemos cambiado el nombre de La Meca por el de La Isla, ya hemos retirado la media luna de la cúpula y el minarete lo transformaremos en un faro marinero».
 
Asimismo, el propietario del local resaltó que con el nombre de La Meca, así como con los demás símbolos del Islam, «nunca se ha querido ofender a nadie». De tal forma, incidió en el respeto a la religión musulmana y a todas en general. «Nuestro jefe de seguridad y otros muchos trabajadores son musulmanes», apuntó Morata.

La Isla abrió anoche las puertas del local de ocio con total normalidad, a excepción de la ausencia de la luna creciente en su cúpula azulada y del nuevo nombre que lucirá a partir de ahora, en referencia a la singular Isla del Fraile, perteneciente a la ciudad costera.