África

Estados Unidos

La OTAN rechaza «un punto muerto» en Libia

La OTAN ha rechazado este viernes que la situación en Libia haya llegado a «un punto muerto» ante el avance de las tropas del régimen de Muamar Gadafi pero ha reconocido que resulta «urgente» encontr«ar una solución política» al conflicto porque «no hay solución militar exclusiva» posible.

"No hay un punto muerto", ha zanjado en rueda de prensa la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, preguntada si la Alianza comparte la reflexión del comandante de las operaciones de la coalición internacional en Libia y comandante de AFRICOM, general estadounidense Carter Ham, que ayer admitió ante una comisión de Servicios Armados del Senado su temor a que la situación sobre el terreno haya llegado a este punto.


El vicealmirante británico Russell Harding, vicecomandante de la operación 'Protector Unificado' de la OTAN, que asumió el mando de todas las operaciones en Libia el pasado 31 de marzo, ha continuado "manteniendo la presión"sobre el régimen y aumentado de manera progresiva sus misiones de ataque.


Harding ha precisado que en las últimas 48 horas las fuerzas aliadas han llevado a cabo 318 misiones de ataque, incluidos 23 ataques efectivos y desde que asumió el mando ha realizado más de 1.000 patrullas aéras, casi la mitad de ellas misiones de ataque. Las fuerzas aliadas están realizando de media unas 600 horas de vuelo diarias. "Las operaciones de la OTAN en Libia han atacado tanques T-72, vehículos blindados, lanzacohetes, misiles tierra-aire y depósitos de armas en ciudades como Misrata, Ras Lanuf y Brega. Algunos ataques han destruido equipos y obstaculizado columnas militares, otros han interceptado líneas de comunicación, cortando a las fuerzas del Gobierno acceso a suministros vitales. Otros han atacado directamente fuerzas que estaban atacando poblaciones civiles", ha explicado el vicealmirante.


Harding ha asegurado que la estrategia de la OTAN es "coherente"en "todo"el territorio libio y ha rechazado que la Alianza deba justificarse ante los rebeldes que critican que sus fuerzas no están apoyando con suficiente fuerza a los rebeldes. "No tenemos que demostrar lo que hacemos", ha zanjado. "No hemos cambiado lo que hacemos", ha precisado.
El 'número dos' de la operación en Libia ha asegurado que disponen de "más de 110 jets rápidos"sin contar con "medios de apoyo"adicionales que van a patrullar Libia en las próximas 24 horas y ha asegurado que cuentan con los medios necesarios para cumplir la misión pese a la retirada de Estados Unidos de sus aviones de ataque bajo mando de la OTAN.

PRECISION PARA NO PROVOCAR VICTIMAS
"Si no podemos atacar es porque puede haber daños colaterales", ha dejado claro el vicealmirante británico, insistiendo en que los ataques aliados son "precisos"y que el mandato de la Alianza es "proteger a los civiles"en todo caso.


La OTAN insiste en que las fuerzas leales a Gadafi han "cambiado de tácticas"y que han comenzado a esconder tanques y artillería pesada en las poblaciones civiles, incluido en las proximidades de mezquitas y escuelas y recurren a "escudos humanos"para protegerse de los ataques aliados, lo que dificulta identificar bien los objetivos militares, tal y como han comprobado en Misrata y otras localidades.


La Alianza reconoce que resulta "urgente"encontrar "una solución política"al conflicto libio porque entiende que "no hay una solución militar exclusiva"posible. "Es urgente encontrar una solución política", ha admitido la portavoz aliada.


El secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, asistirá el próximo miércoles a la reunión del Grupo de Contacto convocada en la capital de Qatar, Doha, en la que se espera que los países aliados y otros países que contribuyen a la operación en Libia analicen los siguientes pasos a seguir y considera que la Unión Africana, con cuyo secretario general, Jean Ping, se reunió esta semana junto con los embajadores de los Veintiocho, tiene un papel "clave"que desempeñar para encontrar una solución.