PSOE

Camacho se estrena con una defensa de Rubalcaba

El «vicetodo» pasa a diputado raso silente en la tercera fila

El líder del PP, Mariano Rajoy, se dirige a la Cámara. En el primer círculo rojo, el nuevo ministro de Interior, Antonio Camacho.Tres filas detrás, el diputado Rubalcaba
El líder del PP, Mariano Rajoy, se dirige a la Cámara. En el primer círculo rojo, el nuevo ministro de Interior, Antonio Camacho.Tres filas detrás, el diputado Rubalcabalarazon

Ya no se sienta en el banco azul del Gobierno, ahora es candidato del PSOE y aunque en la calle Ferraz le hicieran ayer un recibimiento a mayor gloria de con cobertura gráfica incluida, en el Parlamento es un diputado raso que se sienta en la tercera fila de la bancada socialista. Ha pasado de «vicetodo» a parlamentario. Ayer ya ocupó su nuevo escaño y no pronunció una sola palabra, ni dentro ni fuera del hemiciclo. Alfredo Pérez Rubalcaba no quiere corrillos en el patio, ni charlas distendidas con los periodistas y busca atajos por Palacio para evitar a los «plumillas». Ya cambiará de opinión. No es fácil pasar de la noche a la mañana de los despachos de La Moncloa a tener casi que cavar zanjas para buscar los votos perdidos, como se escuchó ayer en el Congreso. El candidato de momento no habla, pero en el pleno se habló más de él que nunca. La primera que le mencionó fue Soraya Sáenz de Santamaría durante su pregunta a Salgado para decir que el PSOE no tiene tiempo para reciclar un candidato. «Veo que le cuesta defender las medidas de Rubalcaba; pues no le queda nada», le espetó tras reiterar que «con un gobierno fuerte la economía española sería menos vulnerable» y que el de Zapatero es «un Gobierno de salida, con medidas de trámite y con ministros de reemplazo». Siguió con la estrategia Arturo García Tizón en su interpelación al nuevo ministro de Interior, Antonio Camacho.

El del PP dudó de la ética Rublacba por haber comenzado a organizar las elecciones siendo candidato y ministro a la vez. «Lo que hizo no sólo fue ético, sino absolutamente responsable, ya que los comicios deben prepararse con antelación suficiente», replicó con soltura el recién estrenado en el cargo. Camacho se empleó a fondo en la defensa de su hasta ahora superior inmediato: «Estamos obligados a cumplir el marco legal, la Constitución y la ley de contratos y lo único que ha hecho es empezar a cumplir esa obligación legal que tiene de empezar a organizar los procesos electorales» que son «complejos» y requieren de la toma de «muchas decisiones». A esa hora no conocía, o sí –a saber– el auto del juez Ruz sobre el caso del chivatazo a ETA, pero en todo caso mal día eligió el ex fiscal para el estreno. El republicano Ridao también mentó al candidato-diputado cuando preguntó a Zapatero por las declaraciones de algunos ministros sobre los «sueldos obscenos» de los banqueros, una actitud que el catalán tachó de «trastorno de personalidad y desdoblamiento» debido a la «bicefalia» derivada de la proclamación de Rubalcaba.