Bankia

Cuidado con los «chollos» por Fernando Chornet

La Razón
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Los «chollos» existen, los busca todo el mundo y muchos hacen su agosto aprovechándose de ese deseo que tiene el ser humano de «ser más listo que los demás», pero en muchos casos el «chollo» resulta ser, si no una estafa, al menos una deformación de la realidad con nefastas consecuencias, como sucedió con las preferentes de algunos bancos, los pagarés de empresarios de nombre famoso o inversiones en sellos, que prometían rentabilidades muy superiores al dos por ciento que se conseguía en los bancos.
Viene esto a cuento de que a la mujer de un compañero, que tiene una tienda y que lo está pasando, como casi todos, muy mal por falta de financiación, le han ofrecido un crédito de 18.000 euros a devolver en 60 meses a 300 euros al mes. Cuando me lo comentó le aseguré que era imposible, ya que 60 por 300 son 18.000, o sea que no le cobraban absolutamente nada de intereses ni gastos. Le pregunté qué entidad bancaria era la que le ofrecía tamaño «chollo» y me respondió que no lo sabía, pero que ya había dado al intermediario 1200 euros para los gastos iníciales. No sé cómo acabará el asunto pero pueden imaginárselo.
Estos días ha saltado la noticia de que se puede conseguir un piso por tan sólo 10 euros, parece ser que se trata de una rifa en la que se deben vender como mínimo 26.000 papeletas, cosa harto difícil de conseguir sin publicidad. Parece ser que la iniciática ha tenido éxito en otros países de la Unión Europea, pero todavía no hay información suficiente al respecto. Suerte al ganador pero… yo no compraré papeletas de esas, al menos si no hay una entidad bancaria que garantice la devolución del importe en el caso de que no se celebre tal rifa. Si no se hace así luego vendrá aquello de «quién lo iba a decir».
El economista Leopoldo Abadía aconseja que, antes de invertir, se entere uno perfectamente de las condiciones que le ofrecen, sus pros y posibles contras, letra pequeña etc. A continuación, si has entendido todo lo que te han dicho, se lo explicas a tu esposa, cuando ésta lo tenga bien claro se lo comenta a su madre y, si a su vez esta también lo ve claro, consideras la posibilidad de consultar con un abogado para que te aconseje si debes realizar la inversión. ¿Muy exagerado?, bueno… es su dinero el que está en juego.